Armada
El submarino S-81 Isaac Peral se posa por primera vez en el fondo marino y prueba la esclusa de buceadores
La prueba SAT (Sea Acceptance Test) fue llevada a cabo por personal de Navantia del proyecto S-80 y miembros de la Armada
El submarino S-81 Isaac Peral continúa con sus pruebas antes de ser entregado a la Armada, lo cual está previsto que ocurra a finales de este año. Si el pasado 2 de junio realizaba la segunda inmersión estática, primera completa, en las aguas de la bahía de Cartagena.
En esta ocasión ha realizado su primera posada en el fondo de la dársena del arsenal de Cartagena y ha probado la esclusa de buceadores. La prueba SAT (Sea Acceptance Test), que fue llevada a cabo por personal de Navantia del proyecto S-80 y miembros de la Armada, ha consistido en un test en vacío de la esclusa de buceadores, donde se verificó el correcto funcionamiento de los sistemas de seguridad.
El submarino ya efectuó su primera inmersión de prueba el pasado 30 de marzo, si bien, en aquella ocasión, no fue completa. En la superficie, el buque de salvamento y rescate Neptuno de la Armada siguió muy de cerca la operación junto con el remolcador de Salvamento Marítimo Clara Campoamor.
Los siguientes pasos son la navegación en inmersión y, después, la inmersión a cota máxima. El Isaac Peral entrará en servicio en la Flotilla de Submarinos antes de final de año, de acuerdo con el calendario actual.
Así que la Armada aguarda ya impaciente a que en menos de un año les den las “llaves” del S-80. Y es que su llegada a las Fuerzas Armadas supondrá un revulsivo, pues es uno de los más avanzados submarinos del mundo y cuenta con las últimas tecnologías, lo que situarán a la Armada y a la industria de Defensa española a la vanguardia.
Y uno de sus puntos fuertes, que no llegará a tiempo en las primeras dos unidades («Isaac Peral» y «Narciso Monturiol»), es su Sistema de Propulsión Anaerobia (AIP, por sus siglas en inglés). Se trata de un sistema único en el mundo que dotará a los S-80 de una gran discreción en sus misiones y que le permitirá permanecer sumergido hasta tres semanas. Al contrario que los submarinos convencionales, que necesitan salir casi hasta la superficie para recargar sus baterías, los S-80 podrán hacerlo en inmersión, siendo así menos vulnerables y detectables para los enemigos. Se integrará en el S-83 «Cosme García» y el S-84 «Mateo García de los Reyes» durante su construcción, mientras que en las dos primeras unidades no se instalará hasta que se lleve a cabo su primera gran carena.
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