Pregunta en el Congreso
Sumar denuncia la “fascista” Cruz de Borgoña en una comisaría de Canarias
La Dirección General de la Policía ha abierto una investigación interna
Sumar rechaza la Cruz de Borgoña, que considera “simbología ultraderechista o fascista”, y así lo ha hecho saber en tres preguntas parlamentarias por parte de Enrique Santiago, diputado del Grupo Plurinacional Sumar.
En el escrito, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, se pide depurar responsabilidades por la presencia de una bandera con la Cruz de Borgoña, una simbología habitual en manifestaciones de extrema derecha, aunque con raigambre histórica ajena a estas exhibiciones, en una comisaría de la Policía Nacional de Las Palmas de Gran Canaria.
Así lo ha trasladado el partido de Yolanda Díaz después de constatar que, en un reportaje de la televisión pública canaria, hay imágenes en una de las dependencias donde estaban reunidos agentes para tratar el dispositivo de seguridad por el carnaval en las que se aprecia, debajo de una bandera española y de forma "prominente", una enseña con la Cruz de Borgoña.
Santiago apunta que la Cruz de Borgoña fue adoptada por los carlistas en 1935 coincidiendo con la reorganización del requeté, que en aquellos tiempos era un "grupo paramilitar clandestino".
Posteriormente, el portavoz de Sumar en la Comisión de Interior y dirigente de IU expone a través de sus preguntas que fue “utilizada por regimientos tradicionalistas y carlistas durante la Guerra Civil española dentro del bando fascista”.
"En cualquier caso”, afirma, “esta bandera está relacionada en la actualidad con la simbología ultraderechista, ya que es usada por grupos de extrema derecha en sus “performances” o por aficionados ultras en los campos de fútbol", ahonda el diputado.
Por tanto y a tenor de ese vídeo, lamenta Enrique Santiago que la propia Policía Nacional incluya esa bandera en unas dependencias, cuando es "un símbolo de odio" y retroalimenta el "mensaje del fascismo" o de “ideologías racistas e intolerantes en su utilización y exhibición".
En consecuencia, pregunta al Ministerio del Interior si tiene datos sobre la exhibición de esta enseña en la comisaría de Las Palmas de Gran Canaria y qué responsabilidades va a depurar ante el uso de "simbología ultraderechista fascista" en una instalación policial.
"¿Está considerada por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la bandera con la Cruz de Borgoña como símbolo o expresión de odio?", interroga Santiago al departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska.
Por el momento, y a la espera de la respuesta gubernamental, la Dirección General de la Policía ha ordenado la apertura de una investigación interna para determinar las circunstancias que rodean la presencia de la enseña en una comisaría de Las Palmas. Desde la propia Jefatura Superior de Policía de Canarias han señalado que con la apertura de esta información reservada se pretende esclarecer los hechos conocidos, apuntando que informarán ante cualquier novedad al respecto.
Pero, ¿cuál es la verdadera raíz de este símbolo tan molesto para el partido socio de Gobierno de Pedro Sánchez? La Cruz de Borgoña es una representación de la Cruz de San Andrés en la que los troncos que forman la cruz aparecen con sus nudos en los lugares donde se cortaron las ramas durante su martirio en Patras (Grecia). El apóstol fue amarrado a una cruz en forma de aspa y allí estuvo padeciendo durante tres días de agonía, que aprovechó para predicar e instruir en la religión a quienes se le acercaban.
La X fue el emblema utilizado por las tropas de Juan Sin Miedo, duque de Borgoña, en la Guerra de los Cien Años, pero la cruz ha estado presente en los escudos de armas y en las banderas de España desde la llegada de la dinastía de los Austrias, emparentada con la Casa de Borgoña, adoptada para identificar a los ejércitos españoles.
Muy probablemente ondeó por vez primera como insignia patria en la batalla de Pavía (1525), que acabó en una derrota francesa, con Francisco I de Francia cautivo de los españoles.
La bandera del Aspa de Borgoña representó a España desde 1525 hasta 1843, cuando la Reina Isabel II dispuso la introducción en el Ejército de la bandera roja y gualda, cambiándose todas las enseñas existentes. Pero las banderas militares seguirían luciendo una pequeña Cruz de Borgoña tras los escudos reales hasta 1873, con la llegada de la Primera República.
La enseña va a cobrar un nuevo significado cuando Fernando VII decidió cambiar la legislación para que fuera su hija Isabel quien heredara el trono y no su hermano Carlos. Este fue el origen de los carlistas, defensores de Carlos de Borbón, que de forma mayoritaria estaban en el territorio vasco-navarro, quienes tomaron la Cruz de Borgoña como su enseña principal durante las Guerras Carlistas (1833-1876).
Ya en 1935, coincidiendo con la reorganización del Requeté, se estableció su preminencia entre los carlistas, y durante la Guerra Civil regimientos tradicionalistas y requetés carlistas la usaron dentro del denominado bando nacional.
Una de las unidades que más contribuyó a su recuperación fue la Legión Española, fundada en 1920 y que recuperó el Tercio como unidad en vez del regimiento, inspirándose en los antiguos Tercios españoles de Flandes.
Esta misma bandera fue usada por el Euzko Gudarostea, el Cuerpo de Ejército formado por el Gobierno vasco del PNV durante la Guerra Civil.
Hoy en día usan la cruz en sus banderas tanto el Ejército de Tierra como la Infantería de Marina, la Guardia Real la Unidad Militar de Emergencias y la Guardia Civil.
El Ejército del Aire también utiliza un aspa de San Andrés en sus aeronaves como símbolo de una arraigada tradición militar.
Pero hay más. La bandera con la Cruz de Borgoña rinde honores hoy en el Castillo de San Juan (Puerto Rico), como símbolo de la Hispanidad. E igualmente luce en estados norteamericanos como Alabama y Florida. Y puede verse también en la recreación histórica de Slag om Grolle que se celebra anualmente para celebrar la batalla de 1627 en Grolle (Países Bajos).
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