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Legislatura

Test de estrés en el Congreso: el Gobierno mide sus apoyos en el arranque de un curso decisivo

El PP somete a debate y votación hasta nueve peticiones de comparecencia de Sánchez y ocho ministros por la corrupción, los incendios o el caos ferroviario

Pedro Sánchez, este verano en la residencia oficial de La Mareta. EFE

Test de estrés en el Congreso de los Diputados, que este martes reabre sus puertas para celebrar un Pleno en la Diputación Permanente. En el orden del día: hasta nueve peticiones de comparecencia formuladas por el Partido Popular a lo largo del verano. La primera, la del propio Pedro Sánchez, para que rinda cuentas por los casos de corrupción que le rodean, agravados tras la reciente imputación de otro delito a su mujer, Begoña Gómez, y las investigaciones sobre la fontanera del PSOE, Leire Díez.

Está por ver qué hacen los grupos parlamentarios del mal llamado bloque progresista. En caso de que Junts, PNV, ERC o Podemos deciden brindar su apoyo a las iniciativas de los populares, el titular final será la soledad de un Ejecutivo que se fue de vacaciones tras una sonora derrota legislativa, ya que el decreto anti-apagones fue derogado con una amplia mayoría en contra.

Pasado el ecuador de la legislatura, cada votación en la Cámara Baja se interpreta prácticamente en términos plebiscitarios sobre la continuidad de Sánchez en la Moncloa. Por eso, el grupo que comanda Ester Muñoz ha mantenido contactos -eso sí, soterrados- con las fuerzas nacionalistas e independentistas para que hoy respalden sus solicitudes y el balance final sea favorable para Génova y demoledor para la Moncloa.

De prosperar todas las iniciativas del PP, Sánchez se vería obligado a responder de forma "urgente" por la corrupción en un Pleno extraordinario. Igualmente Félix Bolaños, para justificar el respaldo del Ejecutivo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, a las puertas de un juicio en el Tribunal Supremo por un presunto delito de revelación de secretos.

Óscar Puente, por el desastre de los trenes en España, que en los últimos meses no ha hecho sino agravarse, con retrasos y escenas de no dormir -literalmente- prácticamente a diario; Sara Aagesen -vicepresidenta de Transición Ecológica- y Margarita Robles, titular de Dfensa, por la gestión de los incendios.

Entretanto, Fernando Grande-Marlaska, tendría que explicar "la adjudicación a la empresa china Huawei del contrato de gestión del almacenamiento del Sistema Integrado de Interceptación de Telecomunicaciones (SITEL)"; María Jesús Montero, la negociación del Gobierno con ERC para alumbrar el denominado cupo catalán, y Ana Redondo, responsable de Igualdad, "las medidas que están adoptando para acabar con el machismo imperante" en el Ejecutivo y el PSOE. En alusión al escándalo del asesor dimitido, Francisco Salazar.

Otras ministra que se juegan la comparecencia son Elma Sainz, de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y Sira Rego, titular de Infancia, por el incremento ostensible en la llegada de pateras en Baleares. En definitiva, el debate de este martes será una suerte de síntesis de los principales temas que han estado candentes en la agenda pública durante los últimos meses. Un regreso a la actividad legislativa ante un otoño que todos los cenáculos políticos coinciden en aventurar "caliente".