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Tribunales

El "tira y afloja" de Bolaños con el juez Peinado: "No sé a que obedece esa sonrisa"

La forma en que el ministro respondió a las preguntas del instructor del "caso Begoña Gómez" supuso advertencias y hasta el reproche por una "sonrisa"

El momento más tenso de la declaración del ministro Félix Bolaños como testigo llegó cuando el instructor del "caso Begoña Gómez" le preguntó si estaba de acuerdo con todo lo que refirió su antiguo número dos -cuando era secretario general de la Presidencia- sobre el nombramiento de la asesora de la mujer de Pedro Sánchez.

El uso por parte del titular de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de fórmulas como "creo" o "(me) resulta", al señalar su conformidad por lo declarado por Alfredo González sobre la contratación de Cristina Álvarez, inició un tira y afloja con el juez Juan Carlos Peinado, como refleja el audio de la comparecencia al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

El titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid le recordó que no le preguntaba "por su parecer" y le requirió que expresase de manera clara si "cree o está seguro" de que lo expuesto por su ex vicesecretario general de Presidencia en torno al nombramiento es así.

González aseguró, exactamente, que él elevó al Consejo de Ministro que Álvarez entrase como alto cargo, solo después de que le llegase la propuesta, pero no supo decir de dónde procedió.

"Una cosa son las creencias y otra los testimonios que tienen que prestar los testigos", le recordó el juez Peinado, advirtiéndole, a la vez, de que tiene la obligación de contestar solamente en base a "sus conocimientos".

El instructor le llegó a leer el punto en que la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LEC) consagra que en una testifical el que comparece tiene que trasladar al juez "aquello que conozca" y "no sus creencias".

"Todo lo que he escuchado es cierto al amparo del conocimiento que yo tengo", acabó por decir Bolaños, tras varios cortes del instructor.

Pero, seguidamente, le repreguntó el juez si no "discrepaba" en algún extremo de lo dicho por su antigua mano derecha en la secretaría general de Presidencia, a lo que el ahora ministro socialista contestó que toda la declaración le "pareció coherente y que se corresponde con la realidad".

Y, con ello, Bolaños y el juez Peinado volvieron a chocar. "¿Le ha parecido o se corresponde con la realidad?", volvió a plantearle, para luego insistir en que le estaba "contestando de una manera que no es como se admite un testimonio en sede judicial".

Principalmente, como apuntó, porque supone "una forma de contestar con evasivas, que la ley contempla como negarse a contestar". Lo que implicaría posibles diversas consecuencias a nivel legal, desde la imposición de una multa o hasta ser acusado de un delito de desobediencia.

Tras aclarar este punto, con una advertencia de Peinado de que no descartaba convocarle con González a un careo para contrastar las versiones sobre el desembarco de la asesora de la esposa del presidente, se produjo otra situación con tintes de confrontación.

El instructor paró sus cuestiones y le dijo que no entendía "a qué obedece que esboce una sonrisa". El responsable de hasta tres carteras ministeriales no tuvo problema en explicárselo: "Señoría, me está resultando sorprendente su interrogatorio".

El juez Peinado le espetó, en reacción, que tendrá que ver con que "no está habituado a un interrogatorio judicial" y siguió adelante con la diligencia para la que acudió al complejo presidencial el pasado 16 de abril.

El resto de la larga toma de declaración sirvió al instructor de la causa contra la esposa del jefe del Ejecutivo para identificar a la persona de la que se supone que partió la petición de dar trabajo a Álvarez, que es en lo que se investiga si pudo haber malversación de caudales públicos.

Bolaños defendió en sucesivas ocasiones que lo desconocía, ante un juez que le indicó lo "incomprensible" que le resultaba tal afirmación. Ya que la asesora imputada formalmente depende de la secretaría de Presidencia como directora de Programas.

Finalmente, al instructor se le ocurrió reclamarle a Bolaños una actuación que dio sus frutos. Suspendió temporalmente su comparecencia para que "recabase la información suficiente" sobre quién era el jefe de Álvarez.

A los pocos minutos, se reanudó la sesión y Bolaños, tras gestionar lo que le pidió, identificó a Raúl Díaz Silva como su superior, al depender ella de facto del gabinete de Sánchez. Este asistente está citado el próximo miércoles.