Europa

Ceuta

Un marroquí-español es el jefe de operaciones de Al Qaeda en Europa

Tiene conexión con la célula desarticulada el viernes n Dispone de pisos operativos en las ciudades autónomas y norte de Marruecos

El pasado viernes ocho personas fueron detenidas en Ceuta por reclutar yihadistas para Siria
El pasado viernes ocho personas fueron detenidas en Ceuta por reclutar yihadistas para Sirialarazon

El «jefe de operaciones» de Al Qaeda para Europa es un español, de origen marroquí, que ha vivido en Ceuta, ciudad que suele visitar clandestinamente para «dinamizar» las células como la que acaba de ser desarticulada por las Fuerzas de Seguridad, aunque reside habitualmente en un país de Centroeuropa, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Se trata de un sujeto con una gran experiencia terrorista, que mantiene línea directa con los máximos cabecillas de Al Qaeda Central (AQC) y que, entre sus misiones, además de la de organizar posibles atentados en Europa, figura la de coordinar la captación de nuevos miembros para la red criminal que dirige Ayman Al Zawahiri.

Este individuo, cuyo nombre y lugar de residencia habitual no se revelan por razones operativas, habría estado recientemente en contacto con la célula desarticulada en Ceuta y no se descarta que mantenga contactos regulares con las que pueda haber en Melilla y el sur de Marruecos.

Dentro de la red Al Qaeda, según las citadas fuentes, está considerado como uno los elementos más «valiosos», ya que, sólo en lo que respecta a captaciones para las facciones que combaten en Siria, podría haber coordinado el envío de unos 200 individuos, aunque la cifra podría ser mayor.

Al ser de origen marroquí, disponer de documentación española, ya haber residido en la Ciudad Autónoma, se mueve como «pez en el agua» por la zona y dispone de numerosos pisos operativos en los que esconderse y celebrar reuniones con los jefes de las distintas células. Las Fuerzas de Seguridad dan por hecho que, tarde o temprano, será detenido y no se descarta que la operación le haya sorprendido cuando se dirigía a Ceuta, Melilla o el norte de Marruecos. Por ello, se han extremado las vigilancias con el fin de detectarle en caso de confirmarse esta hipótesis.

Se le considera el principal «dinamizador» y, por lo tanto, el responsable del alto grado de fanatización que alcanzan los que deciden sumarse a Al Qaeda. A título de ejemplo se comenta que mientras las Fuerzas de Seguridad realizaban los registros en los domicilios de los ocho detenidos, y descubrían, ocultos en las paredes, pequeños zulos para esconder material propagandístico e incluso pequeñas cantidades de droga, permanecieron en silencio, Sin embargo, al ser introducidos en un furgón policial para llevarlos al helipuerto, desde donde serían traídos a Madrid, prorrumpieron en cánticos religiosos y en constantes gritos de «Alá es grande».

El «jefe operativo» de Al Qaeda para Europa llegó a ser uno de los responsables del narcotráfico en Ceuta (tiene antecedentes policiales a causa de esta actividad criminal) pero, al experimentar una radicalización absoluta en el plano religioso, utilizó lo que había aprendido (sobre todo medidas de clandestinidad) para las nuevas prácticas terroristas.

Algunos de los enviados ahora a prisión que, en su momento, estuvieron bajo su mando directo (hasta que ascendió dentro del organigrama de Al Qaeda), fueron aleccionados, no sólo en el radicalismo, sino en el odio a las Fuerzas de Seguridad, como representantes del régimen que tratan de combatir. Por ello, tienen antecedentes por atentados contra Policía y Guardia Civil al haberse enfrentado con los agentes con piedras y todo tipo de objetos.

Sin embargo, eso no significa que se tratara de individuos sin formación o con escasos medios económicos ya que, según se comenta en Ceuta, entre los que habían sido captados con anterioridad (una docena) y ya han viajado a Siria, y los que han sido arrestados ahora, hay individuos con distintos grados de formación y disponibilidad de dinero. El común denominador era que, por diversas circunstancias personales, eran más proclives a ser captados por el radicalismo islamista y terminaban dentro de las redes de Al Qaeda.