Independentismo

Un mártir para mantener el pulso

Fue elegido en mayo de 2015 como líder de la ANC tras una elección muy controvertida, ya que no fue el más votado por las bases.

Cartel solicitando su libertad
Cartel solicitando su libertadlarazon

Fue elegido en mayo de 2015 como líder de la ANC tras una elección muy controvertida, ya que no fue el más votado por las bases.

Aunque saltó al primer plano político tras ser escogido líder de la Asamblea Nacional Catalana en mayo de 2015, lo cierto es que Jordi Sánchez (Barcelona, 1964) acumula ya décadas como agitador independentista. Y es que en los años 80 fue uno de los impulsores, junto al histórico dirigente de ERC, Àngel Colom, de la organización catalanista Crida per la Solidaritat, donde ya empezó a curtirse en el activismo con acciones en la calle en defensa del catalanismo.

Entonces, era militante de ICV y había estudiado Ciencias Políticas en la Universidad de Barcelona. Si bien, siempre había pasado de puntillas por la vida política catalana, hasta el 16 de mayo de 2015, cuando fue nombrado líder de la ANC con mucha controversia –entonces estaba como adjunto en el Sindic de Greuges–. Y es que una semana antes, la entidad independentista había celebrado un Congreso en el que se escogieron a los 75 miembros del Secreterariado Nacional, y él no figuraba como el más votado, que había sido Liz Castro, aunque aparecía presuntamente como el que más consenso generaba entre las distintas familias.

Pero más allá de ese escenario, ese movimiento fue leído como una maniobra de Convergència y Artur Mas, ya que Sánchez, se presentaba como un hombre de confianza del entonces presidente de la Generalitat. Por ello, desde que tomara el testigo de Carme Forcadell –que había estado los tres años anteriores–, siempre se ha vinculado a la ANC como la entidad más próxima al mundo convergente, mientras Òmnium lo ha sido a ERC.

Desde que tomó las riendas Sánchez, por tanto, ha dotado a la entidad de un cariz más político y él mismo ha estado desde el primer día en el centro de todas las decisiones, o lo que se se ha denominado el sanedrín del «procés», el núcleo duro. También con él al frente la ANC intensificó su actividad en la calle, y además de las habituales movilizaciones de cada 11 de septiembre, empezó a organizar concentraciones para dar respuesta a las acciones del Estado, como la que tuvo lugar el día que el juzgado de instrucción 13 de Barcelona, que investiga los preparativos del 1-O, ordenó el registro de diversas consellerias. Precisamente esta protesta fue la le condujo al encarcelamiento preventivo –suma ya 137 días en Soto del Real–, ya que la Fiscalía y la Guardia Civil entendieron que la llamada a los ciudadanos a concentrarse delante de las puertas de la Conselleria de Economia, mientras la Guardia Civil llevaba a cabo registros, podrían constituir delito de sedición y rebelión.