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Un sector de Cs ve a Arrimadas de "número dos"en Madrid

Rivera mantiene silencio aunque hay voces que apuntan a que no se abre a esta opción: «No quiere que le hagan sombra».

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ayer en el Congreso acompañado por el diputado Toni Cantó
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ayer en el Congreso acompañado por el diputado Toni Cantólarazon

Rivera mantiene silencio aunque hay voces que apuntan a que no se abre a esta opción: «No quiere que le hagan sombra».

Las aguas electorales bajan bravas, y quizás turbias, en Ciudadanos. La elaboración de listas ha desatado las quinielas, los rumores y, según algunas fuentes, los codazos. La formación naranja está negociando con UPyD la elaboración de listas conjuntas, una especie de OPA amistosa que disolverá definitivamente la formación fundada por Rosa Díez, que acabará con la presentación de Maite Pagaza en la lista de las europeas. También, Toni Cantó dejará el Congreso de los Diputados porque encabezará la lista ciudadana en la Comunidad Valenciana.

Hasta aquí, las aguas bravas. Las turbias tienen nombre y apellido: Inés Arrimadas. La líder del partido naranja en Cataluña está en todas las quinielas. La pregunta sin respuesta es si Arrimadas estará junto a Rivera en las listas para las generales. El rumor corre como un río de pólvora en los cenáculos madrileños. La propia interesada ha desmentido a LA RAZÓN la posibilidad de incorporarse a las listas, aunque ha añadido: «Como entenderás, no hablo de las listas electorales».

Sin embargo, el rumor no es gratuito y sale desde la formación naranja. En Ciudadanos hay quien piensa que «Inés es un valor en alza y es importante». Arrimadas ha hecho una carrera fulgurante. Se incorporó a las Juventudes de Ciudadanos y en 2017 ganó las elecciones catalanas contra pronóstico. Además, su papel en las andaluzas, su tierra natal, fue fundamental para los resultados que obtuvo Juan Marín. Los sectores que han abierto el debate consideran que Arrimadas también representa una «voz coral en Ciudadanos junto a Albert».

El líder del partido mantiene silencio sobre su posición. Algunas voces cercanas a Albert Rivera afirman que «yo no veo a Inés en las listas. Si existe esta posibilidad está en la cabeza de Albert». Rivera, de momento, mantiene silencio. Algunas voces apuntan que el presidente de Ciudadanos no se abre a esta opción. De hecho, afirman que no quiere «que nadie le haga sombra» y que las relaciones entre ambos son «cordiales, pero no efusivas». Figure o no figure en las listas, lo cierto es que el debate existe en el seno de los naranjas, en torno al liderazgo unipersonal del partido. De hecho, algunos lanzan algún dardo al «hiperliderazgo» de Rivera porque «hemos de tener más voces para lograr dar el sorpasso al Partido Popular». Además, estas voces críticas que se camuflan tras el anonimato consideran que «Albert es un gran activo, pero el partido es mucho más que eso», y van un poco más allá: «Hemos de repensar al partido».

Excesivo «presidencialismo»

Estas críticas no son nuevas. De hecho, algunas crisis que han sufrido los de Ciudadanos se han sustentado en el protagonismo del líder y su excesivo «presidencialismo» dentro del partido. El puzle que se abre en Ciudadanos si Arrimadas se incorpora a las listas de las generales –ya sea como número dos por Madrid o como cabeza de lista por Barcelona– es importante porque descabezaría al partido en Cataluña. Arrimadas en la formación con sede en la barcelonesa Calle Balmes lo es todo, absolutamente todo, algo parecido al liderazgo que imprime Rivera en el conjunto del partido.

Su candidatura a las generales la obligaría a dejar su escaño en el Parlamento, aunque podría mantener el liderazgo del partido. En el hemiciclo catalán, todo apuntaría que el liderazgo del partido sería asumido por Carlos Carrizosa, el actual portavoz parlamentario. El problema se concentraría en el liderazgo mediático que Arrimadas ha situado en un alto nivel en Cataluña, muy lejos del que podría alcanzar Carrizosa, un hombre más acostumbrado al trabajo gris en el Parlament. Dicho de otra forma, la marcha de Arrimadas podría descabezar a Ciudadanos y dejarlo a «uña de caballo» ante una posible convocatoria electoral tras la sentencia del juicio del 1-O, lo que podría suceder este otoño.