
Educación
El 36% de los padres evita hablar de pubertad con sus hijos: claves para mejorar la comunicación familiar
Un estudio revela que más de un tercio de los padres no habla con sus hijos sobre la pubertad, pese a que muchos ya presentan signos desde los 8 años

Un estudio realizado por la Universidad de Michigan ha sacado a la luz una tendencia preocupante en muchas familias: más de un tercio (36%) de los padres evita hablar con sus hijos sobre la pubertad, incluso cuando los signos de este proceso ya han comenzado a manifestarse.
Esta falta de diálogo revela un problema más profundo: la carencia de hábitos de comunicación abiertos dentro del entorno familiar. En un momento en el que los niños experimentan importantes transformaciones físicas y emocionales, muchos padres aún no se sienten preparados para acompañarlos en este viaje.
Datos clave del estudio: una realidad que no se habla
El 17% de los padres de niños entre 7 y 9 años ya ha notado signos de pubertad.
En el grupo de 10 a 12 años, el número sube al 60%.
Sin embargo, un 31% de los padres cree que sus hijos son demasiado pequeños para hablar del tema, y un 36% nunca ha iniciado la conversación.
El 44% de los padres reconoce no haber recibido orientación sobre cómo abordar el tema, y un preocupante 41% no sabe cuándo empezar a hablar.
Este desconocimiento se agrava con la falta de referentes personales: el 39% de los padres nunca habló con sus propios padres sobre la pubertad, lo que refuerza la “herencia del silencio” de generación en generación.
¿Por qué es importante hablar de la pubertad desde una edad temprana?
La pubertad implica no solo cambios físicos como el desarrollo de vello corporal o el aumento del pecho en niñas, sino también una profunda transformación emocional. Los expertos coinciden en que esperar a que los hijos pregunten no es suficiente. La clave está en crear un ambiente de confianza y diálogo desde etapas tempranas.
Aunque un 54% de los padres dice sentirse confiado para detectar señales de pubertad, muchos aún no saben cómo abordar las conversaciones:
Un 40% duda si hablar o no de sexualidad.
El 29% no sabe qué cambios debe observar.
¿Dónde buscan apoyo los padres?
Solo el 14% acude a los colegios como fuente de información.
Los pediatras representan un 30%, mientras que los recursos de crianza ocupan un 34%.
Un 66% de los padres aprovecha momentos cotidianos para hablar del tema de forma natural.
El 78% responde cuando los hijos preguntan, aunque solo el 54% adopta un enfoque proactivo.
Cómo romper con el tabú: construir hábitos de comunicación familiar
El estudio concluye que hablar de la pubertad no debe reducirse a una sola conversación, sino convertirse en una serie de diálogos progresivos, adaptados a la edad del menor. Una excelente oportunidad para comenzar puede ser durante una revisión pediátrica, donde el médico puede ayudar a explicar los términos adecuados.
Además, existen múltiples recursos que facilitan este proceso: libros infantiles, películas como Red de Disney, herramientas digitales y, por supuesto, el acompañamiento de profesionales sanitarios.
La pubertad es una etapa decisiva que puede marcar la autoestima y la salud emocional de los niños y niñas. La falta de comunicación en el hogar puede llevarlos a buscar respuestas en fuentes poco fiables como redes sociales o comentarios de sus iguales.
Hablar sobre el cuerpo, las emociones y los cambios no es solo un acto educativo, es una forma de cuidar, acompañar y empoderar a nuestros hijos. No hace falta tener todas las respuestas: basta con estar disponibles, presentes y dispuestos a construir un puente de confianza.
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