Lactancia

Calor y lactancia, cómo compatibilizarla

Para que la lactancia sea lo más exitosa posible en épocas de calor es fundamental una correcta hidratación y alimentación

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Parece que el verano empieza a dar señales de lo que realmente es y con él, sus temperaturas. El calor va dejándose notar y las madres lactantes deben afrontar este periodo del año adaptándose a las condiciones que supone esta nueva estación.

Parece que el verano empieza a dar señales de lo que realmente es y con él, sus temperaturas. El calor va dejándose notar y las madres lactantes deben afrontar este periodo del año adaptándose a las condiciones que supone esta nueva estación.

Medela, compañía suiza con más de 50 años de experiencia dirigiendo sus esfuerzos a comprender las necesidades de las madres y el comportamiento de los bebés, ofrece una guía práctica para facilitar la lactancia en estos meses de calor. Por su incomodidad, las altas temperaturas dificultan esta actividad, tanto para la madre como para el bebé. Sin embargo, es precisamente en estas épocas de calor cuando el bebé pierde una mayor cantidad de sales minerales a través del sudor. El contacto piel con piel en estas condiciones hace que la temperatura corporal de ambos también aumente, si bien el alimento proporcionado por la madre de manera natural ofrece, además del líquido que evitará la deshidratación del bebé, una serie de micronutrientes que el recién nacido necesita para su correcto desarrollo y crecimiento.

Para que el calor no suponga un obstáculo para la lactancia materna, Medela facilita a las madres lactantes algunos consejos para que puedan continuar con esta práctica de la manera más cómoda posible.

· Deben eliminarse los horarios estrictos y las tomas controladas. Éstas deberán realizarse a demanda. Con las altas temperaturas el bebé suda más y corre el riesgo de sufrir deshidratación. La leche materna le proporcionará todo el líquido que necesita.

· Hay algunas señales que indican que el bebé tiene sed: cabeceo, se lleva la mano a la boca, saca la lengua...Si se producen, habrá que darle una nueva toma evitando que el bebé llegue a llorar.

· De la misma forma que el bebé puede deshidratarse, existen unos síntomas similares que las madres pueden sufrir cuando dan el pecho. En épocas de calor es especialmente importante el seguimiento de una alimentación equilibrada y una correcta hidratación de la madre lactante. Se aconseja beber agua durante la toma para calmar la sed, ya que la oxitocina, hormona que segrega el cuerpo mientras la madre da el pecho, produce sed.

· Es idóneo realizar las tomas en lugares frescos. Conviene mantener las ventanas cerradas y las persianas bajadas para refrescar el ambiente. Y en el caso de que la habitación donde la madre vaya a dar el pecho disponga de aparato de aire acondicionado, es fundamental no exponer directamente al bebé al flujo del aire acondicionado.

· Cuando el bebé y la madre se encuentran cómodos y relajados, la toma suele ser más eficaz porque ese estado favorece el flujo de leche. Un baño previo en la piscina o en casa para refrescarse, además del contacto piel con piel, puede ser de gran ayuda. Eso sí, no es recomendable amamantar en la piscina.

· Es importante asegurarse de que el bebé se encuentra fresco y protegido del sol. Mantenerlo a la sombra es crucial, además de contar con un protector solar y una gorra para resguardarle del sol.

¿Qué micronutrientes necesitan los bebés y por qué?

La dieta de la madre influye en el contenido de micronutrientes –vitaminas y minerales- de la leche materna. Por este motivo, es crucial que la madre lactante siga una alimentación correcta, especialmente en estas épocas de calor.

La composición de estos micronutrientes es muy variada, desde sustancias como el cobre, fluoruro, yodo, selenio, etc, hasta vitaminas A, C, D, E y K y vitaminas del grupo B. Todos estos micronutrientes son indispensables para el buen funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo humano, desde el funcionamiento del cerebro hasta el crecimiento de los huesos. En caso de que estas vitaminas y minerales fueran insuficientes, el sistema inmunitario del niño podría verse gravemente afectado.

Algunos de los micronutrientes más destacados presentes en la leche materna son:

· Vitamina A: importante para la vista y el crecimiento de los huesos. Protege al bebé de infecciones y favorece el crecimiento y la salud de las células.

· Vitamina C: ayuda a crear y a reforzar los glóbulos rojos, los huesos y los tejidos; fortalece el sistema inmunitario y previene infecciones.

· Vitamina D: contribuye a que el cuerpo absorba minerales como el calcio y fortalece los dientes, los huesos y el sistema inmunitario.

· Vitamina E: minimiza la producción de radicales libres que dañan las células. Fortalece el sistema inmunitario, la reparación del ADN y los procesos metabólicos.

· Hierro: este mineral ayuda a la producción de glóbulos por parte del bebé. La concentración de hierro en la leche materna es baja, pero suele ser suficiente para satisfacer las necesidades del recién nacido, incluso aunque la madre presente niveles bajos. Por este motivo, no es necesario complementar la leche materna con suplementos de hierro para el bebé, si bien se recomienda introducir alimentos ricos en hierro cuando el bebé comience a tomar alimentación complementaria.

· Magnesio: ayuda a mantener los huesos fuertes y a regular el ritmo cardiaco. Además, favorece el sistema inmunitario y al buen funcionamiento de los nervios y los músculos.

· Potasio: ayuda al equilibrio de agua en el cuerpo, importante para el mantenimiento de la presión sanguínea, junto al sodio. El potasio también favorece el funcionamiento de los músculos y al ritmo del corazón.

· Zinc: es necesario para más de 70 enzimas que ayudan con la digestión y el metabolismo. También es esencial para el crecimiento.