Tabaco
¿Cómo puede afectar empezar a fumar en la adolescencia?
Expertos advierten sobre las graves consecuencias del tabaquismo temprano y sugieren estrategias de prevención
En España, el tabaco cobra la vida de 50,000 personas anualmente, según la Asociación Española Contra el Cáncer. Este dato es alarmante por sí solo, pero ¿qué sucede cuando los fumadores son adolescentes? ¿Existen riesgos adicionales debido a su corta edad?
La mayoría de los fumadores comienzan a consumir tabaco durante la adolescencia, lo que facilita el desarrollo de la dependencia a la nicotina. "Empezar a fumar a edades tempranas parece condicionar una mayor adicción al tabaco, lo que a su vez dificulta dejar de fumar", afirmaba la Dra. Isabel Nerín, especialista en Neumología y directora de la Unidad de Tabaquismo de la Universidad de Zaragoza, para la revista ¡Hola!. "Además, el inicio del tabaquismo en la adolescencia puede ser un factor de riesgo para padecer otros trastornos adictivos y del ánimo en la vida adulta".
La experta destacó varios efectos adversos específicos de comenzar a fumar durante la adolescencia:
1. Desarrollo neurológico: Fumar en la adolescencia puede afectar el desarrollo neurológico. "La nicotina impacta áreas cerebrales implicadas en funciones cognitivas y emocionales", señala Nerín. Dado que el cerebro adolescente aún no ha terminado de madurar, este es un riesgo significativo.
2. Salud física: "Fumar es un factor de riesgo para muchas enfermedades a cualquier edad", subraya la neumóloga. Los efectos perjudiciales del tabaco son acumulativos; por lo tanto, cuantos más años se fume, mayor es el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el tabaco. Dejar de fumar antes de los 35 años puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedades a niveles similares a los de los no fumadores.
3. Fertilidad: El tabaco disminuye la fertilidad en hombres y mujeres, y para las mujeres embarazadas, supone un riesgo adicional para el bebé, tanto si fuma como si está expuesta al humo ambiental.
Identificación y prevención del tabaquismo adolescente
La Dra. Nerín aclara que el término "fumador social" no es aplicable en adolescentes. "Fumar es una adicción que se construye mediante la asociación de acciones específicas y otros condicionantes", explica. La dependencia se mide por la cantidad de cigarrillos consumidos y la urgencia de fumar, generalmente evaluada por el tiempo que pasa desde que la persona se despierta hasta que fuma su primer cigarrillo del día. Los adolescentes que fuman ocasionalmente tienen un alto riesgo de convertirse en consumidores diarios y desarrollar dependencia a la nicotina rápidamente.
Para prevenir el consumo de tabaco en adolescentes, la experta sugiere trabajar sobre factores microsociales y macrosociales.
- Factores microsociales: El entorno familiar es crucial. "Los hijos de padres fumadores tienen un mayor riesgo de convertirse en fumadores", advierte Nerín. La influencia de las amistades y características individuales como la baja autoestima también juegan un papel importante.
- Factores macrosociales: El precio del tabaco, la permisividad social y la publicidad indirecta en redes sociales son factores a considerar. Nerín recomienda la promoción de espacios libres de humo en todos los lugares públicos para desnormalizar el consumo de tabaco y reducir su atractivo entre los jóvenes.
En conclusión, el inicio del tabaquismo en la adolescencia presenta riesgos graves y duraderos para la salud. La prevención a través de la educación y la creación de entornos libres de humo es esencial para proteger a las futuras generaciones de los peligros del tabaco.
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