
Educación
El enfoque de un pediatra español para lidiar con las peleas entre niños: "No se trata de un mal comportamiento"
Estos comportamientos pueden resultar estresantes tanto para los padres como para los niños, generando dudas sobre la manera correcta de actuar

Las peleas entre niños son una preocupación común para los padres, quienes se enfrentan a situaciones tensas cuando sus hijos pegan o discuten con otros. Este tipo de comportamientos pueden resultar estresantes tanto para los padres como para los niños, generando dudas sobre la manera correcta de actuar. ¿Deberían considerarse como un mal comportamiento intencional que requiere castigos severos? Según el pediatra español @carlos.gonzalez.pediatra, la respuesta es no. En lugar de un comportamiento deliberado, las peleas son una parte natural del proceso de aprendizaje emocional de los niños.
El pediatra, reconocido por su enfoque empático y comprensivo, ha compartido su visión sobre este tipo de conductas en un video que ha ganado gran popularidad en redes sociales. En él, explica que las peleas entre niños no deben interpretarse como un indicio de maldad o agresividad innata. "No es un monstruo", asegura. Los niños que recurren a la violencia o al conflicto verbal a menudo están intentando expresar emociones que aún no saben gestionar adecuadamente. Este comportamiento es parte de su aprendizaje sobre cómo interactuar con los demás y cómo entender los límites personales.
Carlos González destaca que los padres deben reflexionar sobre la forma en que manejan estas situaciones. Uno de los errores más comunes es reaccionar con gritos o castigos severos. Estos métodos, lejos de ayudar, pueden generar más confusión y miedo en los niños, dificultando su comprensión del problema. En lugar de castigar, el pediatra recomienda mantener la calma y explicarle al niño la situación. "Lo que necesitamos es que entiendan por qué no deben pegar o pelear", explica.
El enfoque propuesto por el pediatra se centra en enseñar a los niños a comprender las emociones detrás de su comportamiento, en lugar de simplemente imponer sanciones. Además, González subraya que los niños aprenden observando a los adultos. Si en casa los conflictos se resuelven con violencia o miedo, es probable que los pequeños repitan ese patrón en sus propias relaciones. Por lo tanto, enseñar a los niños mediante el ejemplo es fundamental. "El objetivo no es que tengan miedo, sino que comprendan", afirma, instando a los padres a ser modelos de resolución pacífica de conflictos.
En resumen, el pediatra aboga por un enfoque en el que la educación emocional y el entendimiento sean claves. En lugar de recurrir al castigo, sugiere un proceso de enseñanza gradual, donde los niños tienen la oportunidad de aprender de sus errores y entender las consecuencias de sus actos de manera empática y no punitiva. Este enfoque ayuda a los niños a desarrollar habilidades emocionales que les permitirán gestionar mejor sus emociones y relaciones interpersonales en el futuro.
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