Una exposición reivindica los orígenes de la fotografía familiar

El Archivo Fotográfico de Barcelona (AFB) reivindica los orígenes y el valor de la fotografía familiar en la exposición 'Familia, amigos y fotografía. En torno al espacio fotográfico del hogar', que se exhibirá desde mañana jueves y hasta el próximo 20 de octubre.

La exposición quiere subrayar la importancia de este tipo de fotografía en España, y que, por su abundancia, ha sido tradicionalmente ninguneada por las instituciones, pero que en los últimos años ha sido "vindicada como fuente documental y se utiliza de manera recurrente en la creación artística contemporánea", ha explicado este miércoles su comisario, Jordi Calafell.

En general, apunta el comisario, la fotografía familiar contribuye a fortalecer los vínculos internos de la familia porque los que están representados son los mismos que la integran, aunque también pueden formar parte fotografías que se han originado en las actividades específicas de algunos de sus miembros o que provienen de otros grupos que tienen relación. De este modo, el hogar se configura como un lugar donde se conserva y se genera fotografía, un espacio fotográfico.

A partir de los fondos conservados en el AFB y de algunos préstamos puntuales esta exposición quiere poner en valor el sistema significativo de la fotografía familiar a lo largo del tiempo, confirmar su valor simbólico en el lugar de origen y el documental en el del archivo, dos espacios consecutivos en el tiempo, pero radicalmente diferentes en su naturaleza.

La primera parte de la exposición ensaya el esbozo de un territorio fotográfico que todavía está por narrar en toda su complejidad, no tanto con el objetivo de pensar una taxonomía imposible como sí, en cambio, entender la importancia de esta tipología fotográfica que emergió en el siglo XIX de la interacción entre la cultura, la tecnología y la economía de mercado. La segunda parte muestra como Jacques Léonard, Lluís Casals, Christian Maury, Marta Povo, Lluís Bover, Tatiana Donoso, Jordi Guillumet, Mònica Roselló o Salvador López, todos fotógrafos profesionales, han encarado esta modalidad fotográfica, sea por la simple práctica en familia o en el contexto de un proyecto creativo.

La exposición está integrada por unas doscientas fotografías entre originales de época y autor y tirajes modernos, y diez álbumes de diferentes épocas.

También se exponen en vitrinas instrumentos de laboratorio y folletines de productos fotográficos de los años treinta, una selección de cámaras económicas Kodak Brownie, Kodak Instamatic y Werlisa de una cronología que va de 1919 a 1987, y una pequeña selección bibliográfica sobre fotografía familiar