Psicología

Frases que nunca debes decir a tus hijos y cómo sustituirlas

La manera en que nos comunicamos con ellos afecta su percepción del mundo y su autoestima

Cómo hablar con tus hijos
Cómo hablar con tus hijos Ketut Subiyanto

A medida que los niños crecen, se vuelven más receptivos y sus emociones se ven profundamente influenciadas por las palabras de los padres. Lo que les decimos puede dejar una huella duradera, tanto positiva como negativa, que puede acompañarlos durante años. Es fundamental que los padres sean conscientes del impacto que tienen sus palabras para evitar causar daño emocional y promover un crecimiento saludable en los niños. La manera en que nos comunicamos con ellos afecta su percepción del mundo y su autoestima. A continuación, te mostramos algunas frases que deberías evitar y las alternativas que puedes utilizar para fomentar un desarrollo emocional y psicológico positivo.

1. "Ten cuidado"

Aunque bien intencionada, esta frase puede distraer al niño en momentos que requieren su atención plena, como cuando está subiendo un árbol o jugando en el parque. En lugar de intervenir de esta manera, mantén una presencia discreta y ofrécele seguridad con palabras como: "Estoy aquí si me necesitas". Esto fomenta su independencia mientras se siente respaldado.

2. "Déjame ayudarte"

Es normal querer intervenir cuando un niño enfrenta un reto, pero hacerlo en exceso puede minar su confianza. En vez de tomar el control, fomenta su autonomía con preguntas que guíen su pensamiento, como: "¿Qué crees que pasaría si intentas colocar esa pieza aquí?". Esto promueve la resolución de problemas y fortalece su sentido de independencia.

3. "Lo hiciste bien, pero podrías hacerlo mejor"

El uso del "pero" después de un elogio puede restar valor al esfuerzo del niño y disminuir su autoestima. En lugar de decirlo, opta por un enfoque más positivo: "¡Excelente trabajo! Estoy muy orgulloso de ti. Sé que con práctica mejorarás aún más". Esto refuerza la motivación y fomenta un crecimiento saludable.

4. "No comas eso o vas a engordar"

Hablar sobre el peso o la apariencia física puede generar inseguridades en los niños desde una edad temprana. En lugar de hacer comentarios negativos, educa sobre una alimentación equilibrada. Por ejemplo: "Es bueno disfrutar de este alimento con moderación, pero los alimentos nutritivos te darán mucha energía para jugar y aprender".

5. "No es tan importante" o "Deja de ser un bebé"

Minimizar las emociones de los niños puede hacerlos sentir que no tienen derecho a expresarse. En vez de invalidar sus sentimientos, fomenta un ambiente de apoyo con frases como: "Cuéntame cómo te sientes, estoy aquí para escucharte". Esto fortalece el vínculo y promueve la inteligencia emocional.

6. "¿Por qué no eres como tu hermano?"

Las comparaciones entre hermanos pueden causar rivalidades y resentimientos. Evita hacer comparaciones y celebra los logros de cada niño de manera individual, por ejemplo: "Me encanta ver lo mucho que te esfuerzas en tus tareas. Tu forma de hacerlo es única y especial". Esto mejora su autoestima y evita conflictos innecesarios.

7. "Deja, que yo lo hago"

Tomar el control de las tareas del niño puede hacerle sentir que no es capaz. En lugar de hacerlo, motívalo a intentarlo con frases como: "Sé que esto es difícil, pero con práctica lo lograrás". Esto fomenta su confianza y les enseña la importancia de la perseverancia.

8. "Porque lo digo yo y punto"

Frases autoritarias como esta inhiben el pensamiento crítico. En lugar de imponer reglas sin explicación, explícalas de manera que el niño entienda su propósito, como: "Estas tareas son importantes para mantener nuestro hogar limpio y agradable para todos". Esto fomenta la cooperación y el respeto mutuo.

9. "No llores, que no es para tanto"

Reprimir las emociones de un niño puede hacerle sentir que no es seguro expresar lo que siente. En lugar de desestimar sus emociones, valida su sentir con: "Está bien llorar, todos necesitamos hacerlo a veces. ¿Te gustaría contarme qué te hace sentir así?". Esto les enseña que está bien expresar emociones y buscar apoyo cuando lo necesiten.

10. "Eres un niño malo"

Etiquetar a un niño como "malo" puede tener efectos devastadores en su autoestima. En lugar de criticar su carácter, enfócate en el comportamiento específico que deseas corregir, como: "No me gusta lo que hiciste porque puede lastimar a otros. ¿Cómo podríamos hacerlo mejor la próxima vez?". Esto ayuda a cambiar la conducta sin dañar su sentido de valía.

Cada palabra que decimos tiene un impacto significativo en el desarrollo emocional de nuestros hijos. Al ser conscientes de lo que decimos, podemos fomentar una relación más positiva y ayudarlos a crecer con una autoestima saludable, desarrollando habilidades emocionales que les serán útiles a lo largo de sus vidas.