
Embarazo
¿Puedo adelantar el parto de forma natural?
Te damos cinco métodos seguros que pueden ayudar a facilitar el parto entre las semanas 38 y 40

En las últimas semanas del embarazo, muchas mujeres sienten un aumento en el cansancio, la incomodidad y el deseo de finalizar esta etapa, lo que lleva a preguntarse si es viable adelantar el parto naturalmente. Aunque la mayoría de los partos ocurren entre las semanas 37 y 40, desde la semana 36 el bebé ya está listo para nacer, pues sus órganos y sistemas están desarrollados y en funcionamiento. En este momento, su sistema inmunológico madura para enfrentar el entorno fuera del útero, y sus huesos se han fortalecido adecuadamente, colocándose normalmente en posición para el parto.
Generalmente, el parto sucede de forma espontánea, aunque en algunos casos se puede extender hasta las 42 semanas. A partir de este punto, los médicos pueden optar por inducir el parto para prevenir riesgos en la salud de la madre y el bebé. Aunque lo ideal es permitir que el proceso ocurra naturalmente y seguir las recomendaciones de los especialistas, existen algunos métodos seguros que pueden ayudar a facilitar el parto de forma natural entre las semanas 38 y 40.
Caminar a un ritmo moderado durante al menos 30 minutos, tres veces por semana, puede ayudar a que el parto ocurra de forma natural. Un estudio en el Hospital Universitario Santa María de Lisboa evidenció que caminar a partir de la semana 38 no solo promueve el parto espontáneo, sino que disminuye la probabilidad de intervenciones quirúrgicas. La actividad física facilita la dilatación al ampliar el diámetro del canal de parto y relajar los músculos pélvicos, lo que permite al bebé posicionarse mejor. Sin embargo, es importante evitar el agotamiento y mantener un nivel adecuado de actividad.
Estimular los pezones es otro método natural que puede ayudar a adelantar el parto, pues esta acción libera oxitocina, una hormona que induce la dilatación del cuello uterino y promueve el inicio de las contracciones. Puedes masajear suavemente los pezones durante 10 a 15 minutos, de una a tres veces al día, simulando la succión del bebé, ya sea con las manos o mediante un extractor de leche.
Los baños de agua tibia no solo aportan relajación, sino que también pueden ayudar a adelantar el parto. El agua tibia aumenta la producción de endorfinas, relajando los músculos pélvicos y mejorando la circulación sanguínea, lo cual beneficia tanto a la madre como al bebé. Además, este tipo de baños han demostrado ser efectivos para reducir el dolor de las contracciones y la tensión en la última etapa del embarazo.
A menos que haya indicaciones médicas en contra, mantener relaciones sexuales en las últimas semanas es seguro y puede ayudar a adelantar el parto. La actividad sexual estimula el cuello uterino y ayuda en la dilatación, además de que el semen contiene prostaglandinas, las cuales son esenciales para la maduración del cuello uterino y el inicio de las contracciones. Si no te sientes cómoda con las relaciones completas, puedes optar por la estimulación de otras zonas erógenas.
El yoga y el Pilates son excelentes para preparar el cuerpo para el parto, ya que fortalecen los músculos del suelo pélvico, mejoran la elasticidad, y aportan flexibilidad y fuerza en las piernas. Además, ciertos movimientos de Pilates, como aquellos con pelota, ayudan al bebé a colocarse correctamente y estimulan la dilatación del canal de parto. Es recomendable contar con la orientación de un profesional para realizar los ejercicios más seguros durante esta etapa.
Aunque existen algunos métodos naturales que pueden facilitar el inicio del parto, siempre es importante consultarlo con un profesional de la salud para asegurar que sean seguros para ti y tu bebé.
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