Vuelta a España

Ciclismo

La Vuelta más internacional

El Tourmalet y el Angliru brillarán en la Vuelta más internacional
Presentación de la Vuelta a España 2020Javier LópezEFE

La Vuelta se hace internacional para celebrar su 75 aniversario. La salida desde Holanda es sólo el primer paso de un recorrido que llevará a la carrera española por Francia y Portugal, además de España. Un recorrido que comienza con una contrarreloj por equipos pero que elimina prácticamente la contrarreloj llana y que lleva la única lucha individual contra el crono hasta el mirador de Ézaro, un ascenso con rampas de hasta el 30 por ciento en el que se eliminan las ventajas de los especialistas contra el crono. “Tienes que salir con la cabra, pero al final es imposible”, dice Alejandro Valverde. Esos dos kilómetros finales obligarán al cambio de bicicleta para afrontarlas.

Ahora que se cumplen diez años de la llegada de Javier Guillén a la dirección de la carrera la Vuelta continúa con su mezcla de innovación y de tradición. Como en 2009, cuando Guillén asumió el mando, Holanda es el punto de partida. Un ejercicio que obliga a modificar el calendario de la carrera, que mantiene los 21 días de competición pero añade un día más de descanso -serán tres- para recuperarse del traslado.

La Vuelta no deja descanso a los ciclistas, que nada más llegar a territorio español tendrán que afrontar la subida a Arrate. La carrera homenajea el ciclismo antiguo, el de siempre. Arrate era el territorio de la Bicicleta Vasca, fusionada después con la Vuelta al País Vasco, en el que Arrate y Eibar tienen presencia obligada. Una etapa con cuatro puertos puntuables que pueden hacer los primeros agujeros en el pelotón.

La carrera se enreda alrededor del norte de España, pero se escapa para llegar hasta Francia, hasta la cumbre mítica del Tourmalet, en una etapa que nace en Biescas, la localidad natal de Fernando Escartín, podio en el Tour y ahora uno de los directores técnicos de la carrera. Una etapa corta, de sólo 135 kilómetros, pero tremendamente exigente.

El Tourmalet es una de las cumbres míticas del Tour igual que el Angliru lo es de la Vuelta. Allí fue donde Alberto Contador logró su última gran victoria. Regresa el gigante asturiano precedido de una etapa de gran dureza con final en La Farrapona. “Esas dos etapas van a tener una importancia crucial en la carrera”, vaticina Alberto, emocionado después de ver la imágenes de su victoria en 2017.

Las cimas asturianas llegan antes de un nuevo guiño de la Vuelta a sus símbolos, la salida desde Mos, la localidad natal de su embajador, Óscar Pereiro. Galicia es el camino de paso hasta Portugal, hasta una etapa con llegada a Oporto antes de regresar a España por Ciudad Rodrigo.

“Estilo Vuelta, pero durísimo", advierte Alejandro Valverde sobre el recorrido, que estrena diez finales en esta edición. Para el final queda la etapa de La Covatilla. Los ciclistas tendrán que afrontar cinco puertos antes de la subida final. “Yo creo que la clasificación va a estar casi decidida, después de lo que habremos pasado. Pero es una etapa a tener muy en cuenta”, asume Alejandro.

Después, sólo quedará el paseo por Madrid para coronar al vencedor.