Engaño

Dos años y medio de cárcel por fingir una relación y estafar a un hombre en silla de ruedas

La mujer, que obtuvo casi 72.000 euros a través de catorce transferencias, hizo creer a un vecino de A Coruña que se casaría con él

Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG)
Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG)larazonlarazon

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha ratificado la condena impuesta a una mujer de 44 años por estafar a un vecino de A Coruña haciéndole creer que iniciarían una relación sentimental con vistas al matrimonio. La acusada, de nacionalidad rumana y residente en Leganés, se apropió de 71.900 euros tras un elaborado engaño que se prolongó durante varios meses y que ha sido calificado por el alto tribunal gallego como una actuación que generó una dependencia emocional en la víctima, un hombre de 66 años con movilidad reducida.

La historia comenzó en septiembre de 2017, cuando el hombre publicó un anuncio en la sección de contactos de un diario digital, presentándose como una persona “cariñosa, honrada y sensible”, y expresando su deseo de entablar una relación estable. Al día siguiente, la condenada contactó con él por teléfono y correo electrónico, manifestando su interés en la propuesta y asegurando que tenía la intención de trasladarse a A Coruña para vivir juntos y casarse.

Según recoge la sentencia, entre el 19 de septiembre de 2017 y el 12 de febrero de 2018, la mujer consiguió que la víctima le realizara catorce transferencias a una cuenta que ella misma había abierto ex profeso el día del primer ingreso. A través de constantes llamadas y mensajes de WhatsApp, la acusada alimentó una relación ficticia y le convenció de la necesidad de entregarle dinero para resolver supuestas urgencias, como enfermedades graves de sus padres, reparaciones en una vivienda en Rumanía o ingresos en hospitales privados.

La relación fue exclusivamente virtual: nunca llegaron a verse en persona. A pesar de ello, el hombre, profundamente ilusionado con la idea de rehacer su vida junto a ella, llegó a contratar hasta veinte préstamos bancarios y financieros por valor de más de 34.000 euros. Cuando ya no pudo asumir más pagos, la acusada cortó el contacto en abril de 2018. Un mes después, aún intentó obtener otros 15.000 euros con la excusa de un tratamiento médico para un supuesto tumor, aunque esta vez no lo consiguió.

La Audiencia Provincial de A Coruña condenó en diciembre de 2024 a la mujer a dos años y medio de prisión por un delito agravado de estafa, además de imponerle una multa de 1.920 euros, el pago de las costas procesales y la obligación de indemnizar a la víctima con el total del dinero defraudado. La defensa recurrió la sentencia, alegando que no existió engaño y que la víctima entregó el dinero voluntariamente.

El TSXG ha rechazado el recurso, subrayando que la condenada “comparece en la vida de la víctima poniendo de manifiesto –y aquí está el engaño– que está dispuesta a ser esa compañera de vida solicitada”, generando así el error que motivó el desplazamiento patrimonial. Según el tribunal, sin esa falsa promesa de amor y convivencia, la víctima “no hubiera entregado dinero alguno”.

Los magistrados también descartan la aplicación de la atenuante por dilaciones indebidas, considerando que los tiempos del proceso no alcanzan los umbrales exigidos para reducir la pena. La sentencia reafirma que la acusada “se movió con la destreza necesaria para obtener una alta cantidad de dinero sin siquiera comparecer en A Coruña” y actuó motivada por “el afán de lucro”. Contra el fallo del TSXG cabe aún recurso de casación ante el Tribunal Supremo.