Narcotráfico

La Operación Halia en cifras: 3 millones en efectivo, otros 10 en bienes, coches de lujo y 1.700 kilos de hachís

Los detenidos eran responsables de gran parte de la entrada de cocaína en el noroeste peninsular, fletando veleros y catamaranes desde Galicia a Sudamérica

La UCO inició la operación el año pasado tras tener conocimiento de la inusual actividad de un grupo criminal en la zona del Salnés.
La UCO inició la operación el año pasado tras tener conocimiento de la inusual actividad de un grupo criminal en la zona del Salnés. Guardia Civil

La organización criminal que ha sido desarticulada esta semana con registros en Galicia y Madrid se dedicaba a la importación de cocaína desde Sudamérica hacia Europa mediante el uso de embarcaciones deportivas y contaba con un patrimonio de más de 10 millones de euros, según ha detallado hoy la Guardia Civil, que desarrolló esta investigación con la colaboración de la DEA estadounidense y la Europol.

Unas cifras de la denominada Operación Halia a las que se suman otras, entre las que destacan 20 detenidos, más de 3 millones de euros en efectivo, 16 vehículos intervenidos -seis de ellos de alta gama-, cuatro relojes de alto valor, tres armas de fuego; y droga, mucha droga: 50 kilogramos de cocaína, 1 kilogramo de heroína, 1.700 kilogramos de hachís, 1 kilogramo de Tussi, 10 kilogramos de marihuana, 750 gramos de MDMA, 10.000 pastillas de éxtasis, 700 gramos de anfetamina y 21 bidones con una cantidad indeterminada de productos químicos para “corte” de sustancias.

Parte de la droga incautada.
Parte de la droga incautada. Guardia Civil

La operación Halia comenzó a principios del pasado año por parte de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil tras tener conocimiento de la inusual actividad de un grupo criminal en la zona del Salnés, en la provincia de Pontevedra.

Los agentes se centraron en una importante remesa de cocaína encargada presuntamente por el grupo criminal mediante el uso de un velero para alijarla en aguas del Caribe desde una embarcación nodriza.

Antes del supuesto alijo, el velero fue sometido a una inspección en aguas caribeñas por las autoridades francesas, que identificaron a su tripulación, lo que supuso que abortaran el plan inicial.

Red de distribución desde Galicia

No obstante, según la Guardia Civil, los intentos de traslado e introducción de la droga en España por esta organización sí fueron fructíferos en distintas ocasiones, siempre a través de las costas gallegas.

Ya en Galicia, la organización utilizaba vehículos dotados con sofisticados dobles fondos y sistemas de ocultación del estupefaciente, para distribuir el mismo por distintas provincias de la geografía española.

La Guardia Civil destaca que muchos de los investigados venían realizando esta actividad delictiva de manera sistemática desde hace años, pero dada su dilatada experiencia y las minuciosas medidas de seguridad adoptadas, consiguieron no ser focalizados por parte de los distintos cuerpos policiales y agencias de investigación que combaten el narcotráfico hasta el inicio de las pesquisas por la Guardia Civil.

Una de las armas intervenida.
Una de las armas intervenida. Guardia Civil

Además, el uso por parte de los integrantes del grupo de métodos, aplicaciones y dispositivos encriptados en sus comunicaciones ha sumado, apunta el Instituto Armado, “gran complejidad” a esta investigación.

Fuentes de blanqueo: estancos y viveros de moluscos

Uno de los objetivos de los investigadores ha sido la erradicación del aparato económico de la organización criminal con un análisis que permitió detectar un patrimonio ilícito que supera los diez millones de euros en territorio nacional, repartido entre viviendas de lujo, vehículos, embarcaciones y otros derechos, así como con la explotación de estancos y de viveros de moluscos.

Los integrantes de este grupo utilizaban, presuntamente, diferentes estructuras para el blanqueo de capitales y se servían de testaferros, empresas pantalla, compensaciones en metálico y ficciones documentales.

Asimismo, con el fin de maximizar los beneficios, contaban con un laboratorio de adulteración y “corte” de cocaína, instalado en una zona aislada de la Comunidad de Madrid, permanentemente controlado y vigilado por la organización criminal y en el que han sido halladas distintas sustancias químicas y precursores. De hecho, se estima que llegaban a alcanzar una producción de unos 100 kilogramos mensuales.