
Tráfico de drogas
Operación Sapo: 1.000 kilos de cocaína ocultos en el interior de frutas y zumos
La investigación detectó en Vigo un contenedor procedente de Brasil con 21 palets de melones sin pulpa, vaciados y rellenados con bolsas de droga
Hay múltiples formas de introducir la droga en destino. Lo saben las organizaciones criminales y lo saben, también, las fuerzas de seguridad, como acaban de poner de manifiesto a través de la denominada Operación Sapo en la que se han intervenido, por ahora, 1.000 kilos de cocaína escondida en el interior de melones y en envases de zumo.
Cerca de la mitad de la droga, 490 kilos en concreto, se ha aprehendido en Vigo, en un contenedor de fruta procedente de Brasil.
Tras su localización e inspección, se observó en el interior un total de 21 palets de melones sin pulpa, previamente vaciados y que habían sido rellenados con bolsas esféricas de goma.
El resto de la droga se intervenio en el puerto luso de Sines, que se localiza al sur de Portugal, en la región del Alentejo. Las pesquisas realizadas permitieron la intervención de un cargamento de 535 kilos de cocaína que venía, en este caso, oculta en el interior de envases de zumos.

La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Policía Nacional, que han actuado de modo conjunto con Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la Policía Judiciária de Portugal.
Hasta el momento han sido detenidas tres personas en territorio portugués y la investigación continúa abierta en España, donde no se descartan nuevas detenciones.
El trabajo de las fuerzas de seguridad permitió detectar que la organización criminal utilizaba eficaces métodos de ocultación de la droga para introducirla en territorio europeo y que, a su vez, podría estar utilizando puertos españoles para sus operaciones.
Con las informaciones aportadas por las autoridades portuguesas, agentes de la Policía Nacional iniciaron las investigaciones en territorio español para detectar las actividades de la organización en nuestro país. De esta manera, se detectó que podría encontrarse en marcha otro envío del estupefaciente con destino a un puerto gallego, localizándose finalmente en Vigo el contenedor de fruta con los melones cargados de cocaína.
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