
Celebraciones
Semana Santa 2025: dónde se celebran las mejores procesiones en Galicia
Desde Fiestas de Interés Turístico Internacional hasta celebraciones íntimas en pequeñas parroquias, la comunidad esconde distintas formas de conmemorar estas fechas

Galicia vive la Semana Santa con una pasión y solemnidad arraigadas desde hace siglos. En 2025, las ciudades y villas gallegas acogen, un año más, procesiones únicas que combinan fervor religioso, tradición cultural y un extraordinario patrimonio artístico.
Desde las Fiestas de Interés Turístico Internacional de Viveiro y Ferrol hasta celebraciones íntimas en pequeñas parroquias, este recorrido explora los lugares donde se celebran las mejores procesiones de Galicia, con eventos ya confirmados, fechas clave, y las singularidades que hacen de cada Semana Santa gallega una experiencia inolvidable.
Viveiro (Lugo): pasión histórica
La Semana Santa de Viveiro es una de las celebraciones religiosas más antiguas de Galicia, con orígenes que se remontan al Medievo. Durante diez días -del Viernes de Dolores (11 de abril de 2025) al Domingo de Resurrección- esta localidad de la costa lucense atrae a miles de visitantes dispuestos a contemplar sus numerosas procesiones y actos litúrgicos organizados por 8 cofradías centenarias.
Sus cuidadas procesiones, de ambiente austero y sobrecogedor (en la línea de la tradición castellana), han convertido la Semana Santa viveirense en un gran acontecimiento cultural y turístico. De hecho, fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 1989 y, en 2013, obtuvo la categoría de Interés Turístico Internacional.
Procesiones destacadas

Los desfiles más esperados comienzan el Jueves Santo (17 de abril) con la Procesión de la Última Cena y la del Prendimiento. En la Última Cena, el paso muestra a Jesús y los apóstoles, una obra de 1808 creada por un artesano local que se inspiró en marineros del puerto cercano de San Cibrao para esculpir las figuras de los Apóstoles. El Prendimiento, organizado por la Hermandad del mismo nombre, impresiona por las túnicas y capuchones rojos y blancos de sus cofrades.
El Viernes Santo arranca con la emotiva Procesión del Encuentro al amanecer: en la plaza Mayor, la imagen de Jesús Nazareno (que porta la cruz y cae tres veces gracias a un ingenioso sistema articulado) se encuentra con las tallas de la Virgen Dolorosa, San Juan y la Verónica, mientras el público abarrota balcones y calles expectante.
Por la tarde, tras el acto del Desenclavo en el atrio de Santa María, se celebra la solemne Procesión del Santo Entierro, la más majestuosa de Viveiro, donde los portadores visten hábito negro de larga cola y capucha, escoltando la urna del Cristo Yacente. Ya entrada la madrugada del sábado, tiene lugar la Procesión de la Soledad, conocida popularmente como “Los Caladiños” por su sobrecogedor silencio: a la luz de las velas, la imagen de la Dolorosa recorre las calles en absoluto recogimiento, acompañada solo por el canto final de la Salve Regina entonado por los presentes.
El ambiente en Viveiro combina devoción y arte. Muchos de sus “pasos” son auténticas joyas de imaginería sacra: hay tallas del siglo XV y siglo XVII, algunas atribuidas a maestros como Gregorio Fernández. Esta mezcla de historia, arte y fe hace de la Semana Santa viveirense una cita imperdible en 2025 para quienes buscan las procesiones más impresionantes de Galicia.
Ferrol (A Coruña): esplendor cofrade de Interés Internacional
Ferrol se transforma durante la Semana Santa en un grandioso escenario de fe popular. Desde el Domingo de Ramos (13 de abril 2025) hasta el de Resurrección, más de 20 procesiones recorren incesantes las calles de esta ciudad departamental. Cinco cofradías históricas, con más de 400 años de tradición a sus espaldas, sacan a la calle pasos que rememoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
La Semana Santa ferrolana está reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional y es de las más multitudinarias y solemnes de España. Cada año atrae a miles de personas, dentro y fuera de Galicia, que acuden a presenciar un espectáculo único de fervor religioso y sentimiento colectivo.
Procesiones destacadas

Entre la variedad de desfiles (bulliciosos unos, sobrecogedoramente silenciosos otros), sobresalen especialmente los del Viernes Santo (18 de abril). En la mañana de ese Viernes Santo tiene lugar el Santo Encuentro, que reúne en la plaza de Amboage a las imágenes de Jesús Nazareno caído bajo la cruz y a la Virgen Dolorosa junto a San Juan y la Verónica. Esta es una de las procesiones más concurridas y emotivas: las figuras se “encuentran” frente a frente ante la multitud, en un acto cargado de simbolismo y devoción contenida.
Por la tarde del viernes, las calles acogen la procesión del Santo Entierro, de marcado carácter litúrgico, donde la protagonista es la antiquísima Santa Urna que guarda la imagen de Cristo Yacente, una reliquia muy venerada de la Semana Santa ferrolana.
Y al caer la noche, cuando el silencio envuelve el casco histórico de Ferrol Vello y el barrio de la Magdalena, parte la Procesión de los Caladiños. En ella, los cofrades avanzan descalzos y en absoluto silencio, portando los pasos de San Juan, la Cruz del Sudario y la Virgen de los Dolores iluminados solo por cirios. Se trata de un recorrido estremecedor: las únicas voces que se escuchan son las del coro entonando el Miserere y, al final, el tradicional canto de la Salve que rompe el silencio de la madrugada ferrolana. Esta procesión penitencial, que se retira entrada la madrugada, pone el broche de oro de dramatismo y recogimiento a la noche del Viernes Santo en Ferrol.
Pero Ferrol ofrece otras citas señaladas: el Jueves Santo se caracteriza por la procesión de la Última Cena y la Procesión de la Merced, y el Miércoles Santo destaca el desfile del Cristo de los Navegantes, en honor a la tradición marinera de la ciudad. Todo el programa ferrolano refleja contrastes entre ruido y silencio, luz y oscuridad. Con sus tambores, cornetas, aromas de incienso y centenares de capuchones de colores avanzando por calles engalanadas, la Semana Santa de Ferrol en 2025 promete nuevamente estremecer los corazones de propios y extraños.
Fisterra (A Coruña): la Resurrección en el fin del mundo
En el fin de la tierra conocido por los romanos –el mítico Cabo Fisterra– tiene lugar una de las celebraciones más singulares de la Semana Santa gallega. Se trata de las Festas do Santísimo Cristo de Fisterra, declaradas de Interés Turístico de Galicia. Durante los días santos, los vecinos de esta localidad de la Costa da Morte se convierten en actores para representar los pasajes de la Pasión de Cristo, seguidos por miles de feligreses y visitantes en los alrededores de la iglesia de Santa María das Areas, en la ladera que asciende hacia el famoso faro del cabo.

El momento cumbre llega el Domingo de Resurrección (20 de abril 2025). Ese día, al mediodía, se escenifica un auto sacramental multitudinario que relata el triunfo de Cristo sobre la muerte. Ante el sepulcro custodiado por soldados romanos, un ángel anuncia a las santas mujeres la noticia de la Resurrección de Jesús. Lo que sigue es un estallido de júbilo: entre vítores de “¡Aleluya!” de la multitud, repican campanas, suenan las bandas de música y se lanzan al cielo cohetes y palomas blancas simbolizando la paz. Como colofón de la fiesta, los vecinos bailan la tradicional “Danza de Nosa Señora das Areas”, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII, justo frente a la venerada imagen del Santo Cristo de Fisterra.
Cangas (Pontevedra): solemnidad y arte en la tradición del Morrazo
Al otro lado de la ría de Vigo, la villa marinera de Cangas despliega la Semana Santa más emblemática de la provincia de Pontevedra. Declarada Fiesta de Interés Turístico de Galicia, la Semana Santa de Cangas se distingue por la riqueza histórica y artística de sus “pasos” y por la atmósfera sobrecogedora de sus procesiones, que combinan fervor popular con puestas en escena cuidadas al detalle.
Varios de los pasos son imágenes articuladas, lo que permite recrear episodios bíblicos con un sorprendente realismo: por ejemplo, la imagen de Jesús Nazareno en el Santo Encuentro puede mover brazos o inclinarse, acentuando la emoción del relato, y el Cristo articulado del Descendimiento impresiona al público con su apariencia casi viviente.
Procesiones destacadas

Cangas iniciaba sus actos ya este Viernes de Dolores con la festividad local en honor a la Virgen de los Dolores, a quien dedican conciertos y misas. El Jueves Santo (17 de abril) por la noche tiene lugar una de sus procesiones más vistosas: la Procesión del Paso de la Mesa, que representa la Última Cena con una mesa adornada con pan, vino y alimentos naturales para recrear fielmente el banquete evangélico. Junto a ese paso van el de la Oración en el Huerto y el de la Flagelación, un conjunto escultórico de gran belleza; cierra la procesión, bajo palio, la imagen de la Virgen de los Dolores.
El Viernes Santo concentra varios momentos memorables. A primera hora de la mañana sale la Procesión de la Negación de San Pedro, notable en Cangas por la gran participación de gente joven: son los más mozos quienes portan la imagen de San Pedro por los jardines de la Alameda y, al finalizar, organizan una multitudinaria chocolatada para todos los asistentes.
Al mediodía del viernes, el centro de la villa se abarrota para presenciar la solemne Procesión del Santo Encuentro: a medida que se relata el ascenso al Calvario por las calles, van apareciendo las distintas imágenes de los protagonistas bíblicos desde lugares distintos –San Juan, la Verónica, María Magdalena, María de Cleofás, María Salomé y la Virgen Dolorosa– hasta converger con la imagen de Jesús Nazareno.
El Nazareno de Cangas, acompañado por un cirineo y soldados romanos, cae tres veces camino del Calvario, haciendo revivir al público las Tres Caídas de Jesús gracias al sistema de articulación de la talla. Es un momento de gran dramatismo visual y devoción colectiva.
Por la tarde del viernes tiene lugar el sobrecogedor Descendimiento de la cruz (acto litúrgico en el que se descuelga la imagen de Cristo articulada ante los fieles) seguido de la Procesión del Santo Entierro, y ya de noche, otra procesión de la Soledad silenciosa.
En total, más de una docena de procesiones recorren Cangas a lo largo de la semana. La villa, con sus calles antiguas y su tradición marinera, aporta un marco pintoresco: algunas procesiones transitan frente al puerto, mezclando el aroma a salitre del mar con el incienso de los cirios. En 2025, Cangas volverá a ofrecer esa combinación de devoción, juventud implicada y patrimonio artístico (imágenes de gran valor de los siglos XVII al XIX) que la han hecho famosa en la comarca del Morrazo.
Mondoñedo (Lugo): sobriedad centenaria
En la villa episcopal de Mondoñedo, enclavada en un valle del norte lucense, la Semana Santa se vive con recogimiento y sencillez, reflejo fiel de la profunda fe popular de la zona. Con raíces históricas documentadas anteriores al siglo XVI, la Semana Santa mindoniense es una de las de tradición más antigua en Galicia.
Aquí no encontraremos la grandiosidad de otras ciudades, sino un ambiente íntimo, casi familiar, arropado por la imponente presencia de la Catedral de Mondoñedo (del siglo XIII), cuyos campanarios enmarcan los recorridos procesionales. La celebración mindoniense ha sido distinguida como Fiesta de Interés Turístico de Galicia, valorándose precisamente ese carácter auténtico y sobrio que mantiene desde hace siglos.
Procesiones destacadas

El programa de actos en Mondoñedo sigue el esquema clásico: inicia el Domingo de Ramos con la bendición de palmas y la Procesión de Ramos desde la Iglesia de Santiago hasta la Catedral, donde se oficia la misa. Ya en días sucesivos se suceden los principales pasos: el Martes Santo sale la procesión del Ecce Homo, con la imagen de Jesús presentado al pueblo con la corona de espinas; el Miércoles Santo se celebra la procesión del Prendimiento, recreando el arresto de Jesús en Getsemaní.
El Jueves Santo tiene dos momentos centrales: por la tarde, tras los oficios, la Procesión de la Última Cena y la Procesión de la Pasión recorren las calles empedradas.
El Viernes Santo por la mañana tiene lugar el Santo Encuentro en la plaza de la Catedral, donde las imágenes de Jesús Nazareno y la Virgen Dolorosa se encuentran, ante la escalinata de la catedral, para un breve sermón cargado de emoción.
Por la tarde, tras el sermón de las Siete Palabras en el interior del templo, parte la Procesión del Santo Entierro, con la imagen yacente de Cristo en una urna de cristal, escoltada por autoridades y hermandades.
Al caer la noche, las mujeres de la localidad protagonizan la Procesión de la Soledad: la Virgen María, vestida de luto riguroso, recorre las calles acompañada solo por mujeres ataviadas con mantilla española, portando velas y cantando suavemente cantos de dolor. Esta procesión de la Soledad, íntima y sencilla, suele conmover especialmente a los mindonienses, pues simboliza el sufrimiento de las madres ante la pérdida de un hijo.
De este modo, Visitar Mondoñedo en Semana Santa 2025 será como viajar en el tiempo: las casas hidalgas de piedra, las calles medievales y la bella catedral iluminada con luces tenues proporcionan un escenario casi teatral donde cada paso cobra una dimensión histórica. Para el viajero devoto o el amante de la historia, la sobria Semana Santa mindoniense ofrece una belleza serena que deja huella.
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