Historia

Del Sireno a los Mariño: el mito de la unión de hombres y peces en aguas gallegas

Siglos antes de que el hombre-pez que preside la Puerta del Sol de Vigo emergiera, una familia noble gallega encontraba su origen fundacional entre sirenas

Imagen del Sireno de Vigo.
Imagen del Sireno de Vigo. Concello de Vigo

En la icónica Porta do Sol de Vigo, una figura se alza sobre el bullicio urbano. El Sireno, una escultura que combina las formas de un hombre y un pez, se ha convertido en un símbolo de la ciudad y su conexión con el mar.

Obra del escultor gallego Francisco Leiro, esta pieza no solo refleja la modernidad de Vigo, sino que también conecta con el legado cultural y mítico que las aguas del Atlántico han inspirado durante siglos. Uno de estos relatos más antiguos es el mito fundacional de los Mariño, una familia noble gallega que, según la leyenda, tiene su origen en el encuentro entre un caballero y una mujer marina.

Un emblema moderno con raíces en el océano

En 1991, el escultor Francisco Leiro presentó una obra que desafió las expectativas de una ciudad con fuertes vínculos marítimos. Inicialmente concebido como parte de un conjunto escultórico para una fuente, el artista decidió crear algo diferente: una figura que se elevara sobre el suelo y dominara el paisaje urbano.

Inspirado en el león alado de la plaza de San Marcos en Venecia, diseñó una figura antropomorfa híbrida, hecha de acero inoxidable, que captura la luz como las escamas de los peces que antaño admiraba en los muelles del Berbés.

La escultura mide siete metros de largo y está sostenida por dos columnas de granito negro de 12 metros. Su orientación hacia el mar, más allá de la calle Carral, y su mirada melancólica parecen simbolizar el eterno vínculo de Vigo con las aguas que lo han definido.

“Tiene una mirada triste porque echa de menos el mar”, explicó Leiro sobre su obra, subrayando la nostalgia que impregna la figura.

Aunque en su momento la obra fue objeto de controversia, con detractores que la calificaron de “adefesio” y defensores que alabaron su modernidad, el Sireno se ha convertido en un punto de referencia y en un lugar de encuentro para los habitantes y visitantes de Vigo.

El Sireno, en la Puerta del Sol.
El Sireno, en la Puerta del Sol. Concello de Vigo

Hoy en día, es una pieza clave en el imaginario de la ciudad, uniendo pasado y presente bajo la atenta vigilancia de este hombre-pez que parece flotar sobre las calles.

Hijos del mar y guardianes del mito

Siglos antes de que el Sireno emergiera como un ícono de Vigo, las aguas gallegas ya eran escenario de historias que entrelazaban lo humano y lo sobrenatural. El mito fundacional de los Mariño, registrado en textos como el Livro das Linhagens del siglo XIV, relata cómo Don Froilán, un caballero gallego, encontró a una mujer marina dormida en la costa.

Según la leyenda, la llevó a su hogar, donde fue bautizada como Dona Mariña. De su unión nació una estirpe noble, cuyo nombre y escudo de armas —ondas azules sobre un fondo plateado— evocan el origen marino de su linaje.

A diferencia de otros mitos fundacionales de la nobleza gallega, que se basan en conquistas o hechos históricos, la historia de los Mariño se destaca por su carácter fantástico.

Dona Mariña representa la conexión mítica de Galicia con el mar, un lugar tanto de abundancia como de misterio.

El mar como nexo de unión

El Sireno y el mito de los Mariño, aunque separados por siglos, comparten un núcleo narrativo: el agua como origen y destino. El Sireno, con su apariencia híbrida y su orientación hacia el Atlántico, personifica la conexión contemporánea de Vigo con el océano. Al mismo tiempo, el relato de los Mariño resalta cómo el mar ha sido fuente de legitimidad, poder y memoria cultural para generaciones pasadas.

Estas dos historias revelan la importancia del océano en la construcción de la identidad gallega. En el Sireno, Vigo encuentra un símbolo moderno que refleja su espíritu innovador y su herencia marítima. En Dona Mariña, la tradición se convierte en mito, manteniendo viva la relación de Galicia con el Atlántico a través de las generaciones.

El mar, que une tierras y separa continentes, ha sido el hilo conductor de la historia de Vigo y Galicia. Tanto el Sireno como el mito de los Mariño demuestran cómo el océano no solo ha moldeado la economía y la cultura, sino que también ha inspirado las historias que definen la identidad gallega.

En la Porta do Sol, el Sireno se alza como un recordatorio de que la modernidad no puede separarse de las raíces. Mientras tanto, el mito de los Mariño sigue presente como un testimonio de la capacidad del mar para generar vida, poder e historias.