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Automoción

Stellantis Vigo parará su producción a finales de octubre por “exceso de stock”

Detendrá sus dos líneas y los sindicatos critican un modelo que “exprime a los trabajadores” y después reduce la actividad

Stellantis Vigo detendrá su producción entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre. EUROPAPRESS

El ruido de las cadenas de montaje de Stellantis Vigo se apagará durante varios días a finales de octubre. La multinacional ha comunicado a su plantilla que las dos líneas de producción de la factoría detendrán su actividad entre el 29 de octubre y el 2 de noviembre, siguiendo así los pasos de las otras dos plantas españolas del grupo, en Zaragoza y Madrid, que también afrontan paradas productivas.

En el Sistema 1, donde se ensamblan los SUV como el Peugeot 2008, la producción se suspenderá desde la tarde del miércoles 29 de octubre hasta la noche del domingo 2 de noviembre. El Sistema 2, dedicado al montaje de furgonetas, parará desde la tarde del jueves 30 hasta la mañana del domingo 2.

Un modelo que los sindicatos cuestionan

La compañía atribuye estas interrupciones a ajustes necesarios en la fabricación, en línea con la evolución de la demanda de vehículos en Europa. Sin embargo, los sindicatos discrepan.

La CUT, la CGT y Stopel, reunidos esta semana, denuncian que estas paradas no se deben tanto a la falta de componentes como a un “exceso de producción” fruto de un modelo de gestión “muy exigente” que, a su juicio, beneficia a la empresa y castiga a los trabajadores.

Según las organizaciones, Vigo, Madrid y Zaragoza son las plantas con mayor productividad de Stellantis en todo el mundo y, al mismo tiempo, las que soportan las condiciones laborales más duras. Señalan que el modelo aplicado se basa en “recortes sociales y económicos, incremento constante de las cargas de trabajo y una productividad medida al minuto en vehículos por hora”.

“Más carga, menos vida y menos salud”

El comunicado conjunto de los sindicatos es contundente: “El resultado es siempre el mismo: una producción disparada en los primeros meses del año que después desemboca en paradas por exceso de stock”. Aseguran que muchas de estas pausas se presentan como problemas de suministro, cuando en realidad responden a sobreproducción.

Además, critican que la empresa “no pierde nada” con este modelo, ya que recurre a mecanismos de flexibilidad laboral como bolsas de horas o ERTEs, que no suponen coste alguno para la compañía pero “sí repercuten muy negativamente en la vida de las personas trabajadoras”.