Lo que debía ser una celebración familiar terminó teñido de sangre y caos. Una multitudinaria pelea entre dos clanes familiares de etnia gitana dejó este martes un muerto, al menos tres heridos graves y media docena de detenidos en el centro recreativo de Artes, en el municipio coruñés de Ribeira. La trifulca, originada durante una fiesta de pedida de mano, degeneró rápidamente en una escena de violencia extrema con uso de armas blancas, bates e incluso armas de fuego.

Los hechos comenzaron por la tarde en el interior del local social, donde se celebraba el compromiso matrimonial. Sin embargo, lo que debía ser una celebración tranquila se convirtió en una batalla campal en la que volaron sillas y mesas. El bar del centro recreativo presenta importantes destrozos y fue necesario desalojar a los asistentes ante el riesgo de mayores incidentes. La pelea, lejos de sofocarse, se trasladó al exterior, donde la tensión aumentó por momentos.

Como puede verse en vídeos que circulan por redes sociales, durante el enfrentamiento se escucharon disparos al aire. También se emplearon bates y armas blancas, causando lesiones de gravedad a varios implicados. La víctima mortal, un hombre cuya identidad no ha sido revelada, murió atropellado por un vehículo que, según las primeras hipótesis, estaba vinculado a uno de los participantes del altercado.

Huida por la autopista

La violencia no terminó en el centro recreativo. Algunos implicados huyeron del lugar en varios vehículos, lo que desencadenó una persecución policial por la autopista AP-9. La Guardia Civil logró interceptarlos en uno de los peajes, donde se practicaron seis detenciones. La escena en el peaje de Teo fue dantesca: coches parados en mitad de la vía, personas tumbadas en el suelo y agentes apuntando con armas largas en una operación más propia de las películas de acción.

El dispositivo de seguridad implicó a la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, la Guardia Civil y patrullas de la Policía Local. En paralelo, el hospital comarcal del Barbanza activó un dispositivo de vigilancia por la posible llegada de nuevos heridos o represalias.

El alcalde de Ribeira, Luis Pérez Barral, confirmó que la situación fue de extrema gravedad. “Los agentes se encontraron con una pelea desbocada, con muchísimos integrantes peleándose. Ni los disparos disuasorios al aire surtieron efecto”, explicó ante los medios.

Añadió además que las familias implicadas ya habían protagonizado conflictos previos y que una de ellas, procedente de Santiago, se atrincheró posteriormente en una vivienda de esa ciudad, donde también se desplegó un operativo policial.

La investigación se encuentra ahora en manos de la Policía Nacional, que trata de esclarecer el origen del enfrentamiento y depurar responsabilidades.