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El truco definitivo para quitar la arena de las almejas

Las almejas están hoy más caras de lo que han estado en ningún otro momento de la historia. Así que, si vamos a cocinarlas... más vale que queden perfectas

Almeja fina
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Días tan significativos como el de Nochebuena, Navidad o Fin de Año requieren de un menú especial... con productos estrella. Un elemento fundamental y que no puede faltar en ninguna mesa en estas Navidades es el marico. Es casi tan esencial como los mazapanes, los turrones y los polvorones. Concretamente, las almejas son un lujo del que pocos podrán prescindir durante las fiestas.

De hecho, muchos seguirán incluyendo almejas a la marinera en el menú... a pesar de que están hoy más caras de lo que han estado en ningún otro momento de la historia (23,33 euros el kilo). Ahora bien, si vamos a pagar los altísimos precios que marcan este año las almejas... lo último que queremos encontrarnos al comerlas es arena.

Un vendedor en un puesto de marisco, en el Mercado Central de Valencia
Un vendedor en un puesto de marisco, en el Mercado Central de ValenciaRober SolsonaEuropa Press

Por suerte, existe un truco muy efectivo con el que podremos eliminar cualquier granito que haya podido quedar:

¿Harina para limpiar las almejas?

Las almejas deben seguir en su ambiente el máximo tiempo posible. Eso significa que debemos recrear (en la medida de lo posible) las condiciones del agua de mar en el que suelen desarrollarse. Para conseguirlo, mezclaremos tres cucharadas grandes de sal fina por cada litro de agua fría. Y una vez que la sal se haya disuelto por completo, podremos introducir las almejas. Para hacerlo, debemos ponerlas primero en el colador y meterlas después en el recipiente. Así será más fácil manipularlas.

Después de unas dos o tres horas con las almejas en su hábitat natural -durante las cuales han continuado con su actividad depurativa, soltando toda la arena que pudiesen tener en su interior- debemos echar una cucharada de harina. Al percibir la presencia de alimento, los moluscos saldrán de sus caparazones y acelerarán la depuración y que salga la arena. Después de un rato, ya podemos volver a lavarlas. Esta parte siempre es un poco tediosa, porque conviene hacerlo una a una, bajo el grifo con el agua fría.

Marisco del Mediterráneo
Marisco del Mediterráneolarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@646dbd07

Para terminar, tendremos que meter las almejas de nuevo a remojo hasta el momento en el que las vayamos a cocinar. Eso sí, ya no quedará ni un granito de arena. Recuerda que el agua debe tener unas 3 cucharadas de sal y que debe estar fría. De hecho, el agua salada también es la mejor opción para cocer el marisco, porque acentuará su sabor y demás propiedades organolépticas.