Gastronomía

Grandes de España: Toño Pérez, el descubridor (gastro) de Cáceres

Junto a José Polo, dirige la Fundación Atrio Cáceres, una entidad cultural sin ánimo de lucro consagrada a la cultura, especialmente a la música clásica y a la pedagogía musical infantil

Toño Pérez
Toño PérezLR

Los extremeños tienen algo en la sangre que los ha convertido en descubridores sempiternos. Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Vasco Núñez de Balboa o Inés de Suárez son solo los más grandiosos ejemplos de ese gen que empuja a estas gentes, inquietas siempre. En los tiempos modernos, además, Extremadura está sacando pecho de su inabarcable riqueza cultural. Uno de sus baluartes es la gastronomía, y el chef Toño Pérez es, sin duda, uno de los que más y mejor ha puesto en el radar culinario y cultural Cáceres, la ciudad que lo adoptó. ¡Qué privilegio!

Toño nació en Casar de Cáceres en 1961 y se crio en el obrador de la pastelería de sus padres. Con 16 años, conoció al que, desde entonces, sería su compañero vital y profesional, José Polo, custodio de sus vinos y de sus desvelos. Juntos, abrieron en 1986 Atrio. Pérez no tenía formación en cocina, aunque sí pasión. Y por eso empezó a aprender con los mejores, como Juan Mari Arzak o Ferran Adrià en ElBulli. Y empezó a cocinar. A desarrollarse. Y a abanderar la despensa extremeña como algo propio que convertía en sublime. Puso en el mapa la ciudad, y no solo para lo gastronómico. La primera estrella llegó en 1994 y diez años más tarde, la segunda. El merecidísimo tercer astro arribó el pasado noviembre de 2022, en Toledo, y consiguió lo que pocos logran: poner en pie a todos los cocineros asistentes a la gala.

Además de su restaurante-hotel Atrio Relais & Châteaux, que en 2010 se trasladó a un impresionante edificio firmado por Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón Álvarez, la pareja tiene otro espacio gastro, Torre de Sande, más informal y asequible. No paran. Hace poco inauguraron Casa Palacio Paredes-Saavedra (cinco estrellas), un espectacular hotel boutique de once habitaciones en un soberbio edificio renacentista. Y hay más: en febrero presentaron la Fundación Atrio Cáceres, una entidad cultural sin ánimo de lucro consagrada a la cultura, especialmente a la música clásica y a la pedagogía musical infantil.