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Harry y Meghan: vuelta al trabajo entre críticas

Los duques de Sussex retoman su agenda pública tras su parón navideño de seis semanas. Lo han hecho con una visita a la casa de Canadá de Londres, el país que les sirvió como refugio

Han sido seis semanas alejados del foco mediático y de todo lo que tiene que ver con la Casa de Windsor y sus obligaciones reales. Ayer, por primera vez tras el largo parón, los duques de Sussex retomaron su agenda oficial y se dejaron ver en las calles de Londres, en concreto entrando en la sede del Alto Comisionado de Canadá, presidido por Janice Charette. Han querido acercarse para agredecerle personalmente «la cálida hospitalidad canadiense y el apoyo que recibieron durante su reciente estancia», ya que fue ése el país que escogieron para su «retiro» en familia. Así lo anunció el Palacio de Buckingham en una nota oficial.

Ante los medios se pudo ver a una Meghan Markle muy sonriente portando un largo abrigo beige de Stella McCartney (que está valorado en unos 700 euros) y zapatos de terciopelo de Jimmy Choo y a un príncipe Harry en impecable traje y siempre pendiente de su esposa. En las calles les aguardaba una multitud que les aclamó a su llegada agitando banderitas de Canadá.

Tras el encuentro con Janice Charette, el hijo pequeño del príncipe Carlos y su esposa visitaron la Galería de Canadá y vieron una exposición del artista indígena Skawennati. También compartieron unos minutos con trabajadores del Alto Comisionado que se esfuerzan día a día para mejorar las relaciones entre Canadá y el Reino Unido.

Los medios británicos esperan con ansia la primera aparición en público de la pareja (y del pequeño Archie) junto con el resto de la familia real después de su decisión de no dejarse ver en toda la Navidad en las celebraciones oficiales que organiza Isabel II. No acudieron a la tradicional cena de agradecimiento al personal ni a la comida que la reina ofrece en Sandringham. De hecho, las últimas fotografías junto al resto de los Windsor datan del 10 de noviembre y corresponden a los actos del Día del Recuerdo.

Arrecian las críticas

Su actitud díscola no está teniendo una buena acogida en un país en el que la monarquía es casi incuestionable y la casa real, un referente. De hecho, los duques de Cambridge, que junto a sus tres hijos encarnan el ideal de familia perfecta, figuran en la lista de personas más valoradas por los británicos.

Tal es el disgusto que los analistas reales ya no se cortan a la hora de criticar la postura de Harry y Meghan. Y lo hacen en público. «La gente tiene el derecho a cuestionarles ya que se han gastado 20 millones de libras de dinero público en su boda», dijo en su programa de televisión el periodista Matthew Wright. En concreto, esa cantidad fue destinada al amplio dispositivo de seguridad. Y no es el único que ha alzado la voz para reportar el comportamiento de los duques de Sussex. El locutor Mike Graham dijo que la gente está «harta» de ellos.