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El exorbitante caché de Cifuentes para convertirse en carne de reality ha dado al traste con las negociaciones

La política y la cadena no llegan a un acuerdo económico

Cristina Cifuentes
Cristina Cifuenteslarazonlarazon.es

Ayer por la tarde, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentesutilizaba sus redes sociales para hacer pública la decisión de que no participará en Supervivientes 2020. Lo hacía después de que su nombre saltara a la actualidad al asegurar diversos medios que la presidenta había firmado su participación como “fichaje bomba en la edición de Supervivientes 2020”.

Aunque su entorno se apresuraba a desmentir la información con un "es rotundamente falso”, lo cierto es que hacía semanas que la política y la producción del programa habían iniciado las negociaciones para que Cifuentes se convirtiera en una de los concursantes estrella de esta edición.

Pero no ha sido posible. El exorbitante caché que exige Cifuentes para convertirse en carne de reality ha dado al traste con las negociaciones. Por ese motivo, la política se ha apresurado a comunicar de manera pública su su negativa a participar en esta edición del concurso, dando por cerrada la negociación pero dejando ver su agradecimiento a Mediaset por el interés mostrado en contar con ella en el programa.

“En estos últimos días-dice Cristina- se ha difundido desde distintos medios de comunicación, la noticia de mi posible participación en la próxima edición del programa SUPERVIVIENTES 2020. Aprovecho para aclarar estas informaciones y comunicar que NO participaré en dicho programa”.

En un tuit posterior la ex presidenta ha querido dar las gracias a la cadena en la que ahora colabora y a la productora del programa: “Quisiera asimismo mostrar mi profundo agradecimiento tanto a la productora @BulldogTV_ES como a @mediasetcom, por el interés mostrado para contar con mi participación en un programa al cual deseo muchísimo éxito.”

Un caché de altos vuelos a medio camino entre el de Isabel Pantoja y Mila Ximénez

Y es que, para acceder a convertirse en Superviviente, el monto que exigía Cifuentes no estaría muy lejos del que, hace tan sólo un año, consiguió cerrar Isabel Pantoja, el personaje mejor pagado en la historia del realitie. Es, sin duda, una bomba que una ex presidenta de la comunidad de Madrid, con una trayectoria política y personal no exenta de polémicas, pase a formar parte del elenco de personajes dispuestos a pasar penurias en una isla remota.

Consciente de que la expectación mediática y la retroalimentación de contenidos que puede generar su participación a la cadena no está a la altura de lo que supuso en 2019 la presencia de la tonadillera en Playa Cochinos, pero sabiendo que el perfil de la política es especialmente atractivo para la productora, los asesores de la ex presidenta han tensado la cuerda con un caché que, en este momento, se antoja demasiado elevado para la cadena.

Cifuentes no estaría dispuesta a pasar hambre y frío si no se le paga un precio que ella considere “justo”. Un caché que estaría por debajo de los 80.000 euros que cobró la tonadillera y los 30.000 que suelen abonarse a pesos pesados de pasadas ediciones como Mila Ximénez, Kiko Rivera o Chabelita Pantoja. En esa horquilla de cachés se han movido las negociaciones hasta que, pocas horas antes de que la propia Cifuentes comunicara que no participaría en Supervivientes 2020, se rompieron las negociaciones con la productora Bulldog.

Los productores del formato estrella de Mediaset deben negociar con más de 12 concursantes y dividir, entre ellos, el presupuesto total que puede gastarse semanalmente en los VIPS. Si las cuentas no salen, como parece que es en este caso, los llamados fichajes estrella pueden caerse a pocas semanas de que hagan las maletas para embarcarse en la aventura.

Alegría entre sus colegas que no estaban a favor de la participación de la expresidenta en el formato

La notica de la posible participación de Cristina en Supervivientes ha supuesto un auténtico tsunami informativo que no ha sentado bien a los que fueron sus colegas de partido. La posible participación en el formato de supervivencia de Cifuentes se hizo pública el mismo día de la investidura de Pedro Sánchez y se convirtió en Trending Topic consiguiendo eclipsar la actualidad política que se vivía en el Congreso de los Diputados. Las redes ardían y tanto sus adversarios políticos como los que un día fueron compañeros de partido, se mostraban contrariados ante la posibilidad de ver a Cristina Cifuentes viviendo como una náufraga en Honduras.