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La reaparición de Rocío Carrasco: “Callo, pero no otorgo”
“Callo, pero no otrogo. Todo tiene que ir poco a poco”, ha declarado la hija de Rocío Jurado
Emociones y llantos, recuerdos que se agolpan en un corazón “partío” por los vaivenes de la vida y el distanciamiento familiar. Rocío Carrasco encuentra el remedio a todos sus males en el espectáculo ‘Qué no daría yo por ser Rocío Jurado’, un “vídeomusical” creado por ella misma en homenaje a su madre, que se estrenará el próximo catorce de febrero en Huelva. Sangre, sudor, pasión y muchas lágrimas al plasmar anécdotas maternas y vivencias familiares. Seguro que, entre ellas, aparece la presencia de aquellos con los que hoy no se habla, y alguno en especial con quien está enfrentada en los tribunales. El “show” no puede prescindir de ellos.
Rociito no veta a nadie, “al musical puede venir quien quiera, todos tienen abiertas sus puertas. Quien aparezca, sea quien sea, que se siente y que disfrute, es lo único que le puede pasar”. Y cuando le cuestionamos por qué calla ante las declaraciones de Ortega Cano, Antonio David Flores o Gloria Camila, cargadas de polémica contra ella, contesta muy segura de sí misma: “Callo, pero no otorgo. Todo tiene que ir poco a poco… cada cosa a su debido tiempo. El hecho de que no hable no significa que otorgue. Todo se andará… Pero seguiré muda hasta que decida lo contrario”.
Muy cerca, a nuestro lado, su esposo, Fidel Albiac, escucha desde el silencio las declaraciones. Rocío le lanza una mirada que lo dice todo: “Fidel está para comérselo. En todos los aspectos de mi vida. Es el director de este musical y se vuelca en él tanto como yo.”
Se publicó que Fidel es el culpable de que su mujer no se hable con el resto de la familia, pero ella se ríe ante tales acusaciones con un “dicen, dicen… Mire, se dicen muchas tonterías, le repito que mi marido está para comérselo”.
En el musical, canciones y una trama en la que el papel principal lo tiene “una niña admiradora de mi madre, que se entera que se va a hacer un musical sobre ella y se presenta al casting. En la espera se desarrollan muchísimas situaciones sobre Rocío Jurado. Mientras creaba el guión y en los posteriores ensayos, he llorado muchísimo, a veces tenía que salir de la sala donde cantaba Isabel. No podía reprimir las lágrimas…Cada día que pasaba, lloraba más y más. El pelo se me pone de punta en determinados momentos de la obra, es inevitable”.
De la artista que interpreta las canciones de la Jurado, Anabel Dueñas, su jefa y amiga dice que “el primer día que le escuché interpretar un tema de mi madre supe que era la más indicada para cantar sus canciones. La vi y empecé a llorar de emoción. Fue un feeling absoluto…”
El museo chipionero dedicado a su progenitora que verá la luz este mismo año le ilusiona en demasía. Se le nota feliz ante este proyecto: “se han dicho barbaridades, yo nunca he puesto objeciones para su apertura, al contrario, he ido remando con fuerza hasta solucionar las cosas. No quise someter el nombre de Rocío Jurado a determinadas actitudes. Ha entrado una corporación nueva en el ayuntamiento y ha sido fácil firmar el acuerdo. Todo se hace correctamente, como se tenía que hacer, y estoy deseando que se inaugure”.
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Su aspecto físico ha mejorado, hace unos meses aparecía demasiado delgada y llegaron a publicar que estaba deprimida y que le afecta demasiado a su salud el distanciamiento con sus hijos. Pero renace de las cenizas y hasta se permite la licencia de llevar un corte de pelo demasiado llamativo: “yo soy así, me gusta cambiar. De repente me da por una cosa o por otra, y aunque me he rapado el cabello por un lado, me queda una buena melena en el otro. Parezco más guerrera, ¿no? Me gusta esta imagen”.
- Que no daría por empezar de nuevo. ¿Le gustaría hacerlo y recuperar relaciones familiares?
- Haría muchas cosas… Pero eso queda para mi intimidad.
- ¿Duelen las barbaridades que algunos cuentan sobre usted?
- Las barbaridades molestan todas, pero prefiero no contestar. El tiempo pondrá a todos en su sitio.
- ¿Se ha llegado a sentir la mala de la película?
- Ja, ja, ja, soy muy buena.
- En Chipiona molesta que no haya ido a los continuos homenajes a su madre…
- Pues lo siento, todo lo que conlleve el cariño de una persona hacia otra es importante. Lo haga quien lo haga, todos los homenajes son importantes, no cabe la menor duda, pero los que más siento son los que organizo yo.
- ¿Qué consejo le pediría a su progenitora después de todo lo vivido desde su muerte?
- Que estuviera viva, con eso me valdría.
- ¿Verá a su hija Rocío en Tele 5 si, finalmente, concursa en la próxima edición de “Supervivientes”?
- Yo es que solamente veo Netflix. ¿Se puede ver ese reality en esa cadena?
No busca echar más leña al fuego. Ni tan siquiera se aviene a contestar a las últimas declaraciones del viudo de su madre, José Ortega Cano, quien dijo que la relación con ella está totalmente rota. Silencio y respeto por el torero.
- ¿Si Rocío Jurado estuviera viva, la situación familiar sería distinta?
- ¿Pasamos a otra pregunta?
- ¿La inauguración del museo puede servir para aclarar y acercar posturas?
- Estamos todos contentísimos con esa apertura, es lo que queríamos y se hace realidad.
- Juntos pero no revueltos…
- Contentos, siempre contentos. Entiendo este tipo de preguntas, pero de momento no hablo… y hay que respetarme.
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