María Teresa Campos y Bigote Arrocet activan su “piticlin” para la reconciliación

Piticlín, piticlín. Suena el teléfono de María Teresa Campos y, al otro lado, alguien cercano a su todavía ex pareja, Edmundo Bigote Arrocet, le dice que el humorista quiere verla. Es el intermediario del que ya dimos cuenta en Gente, la persona que más ha luchado en las últimas semanas para que ese reencuentro se produzca. Le une una gran amistad con la pareja y quiere verles de nuevo juntos. Un convencimiento que no comparten en el entorno de la comunicadora. Ni sus hijas ni varias de sus amigas, verían con buenos ojos el regreso de un hombre que, a su juicio, le ha causado mucho daño a la veterana profesional del mundo de la televisión.

El creador del “piticlín” declaraba ayer mismo que por su cabeza no se le había pasado una separación definitiva con su Teresita, pero que las circunstancias lo desorbitaron todo y la situación precipitó el largo distanciamiento. Y en ningún momento utiliza la palabra ruptura. El amor sigue intacto y, si no surgen contratiempos que lo impidan, se verán las caras en apenas unos días. Tal y como adelantamos en su momento en exclusiva, no será en el casoplón de la periodista, sino en un lugar al amparo de paparazzis.

El pasado jueves aparecía Arrocet acompañado de una atractiva mujer rubia, mucho más joven que él; algunos periodistas empezaron a especular con quién era una nueva conquista. Nada más lejos de la realidad: Se trata de una sobrina de Bigote que se encuentra de vacaciones en España. Pero las malas lenguas incluso llegaron a afirmar que esa chica dormía en el apartamento del artista y que mantenían una aventura. La Campos conocía perfectamente la identidad de la acompañante femenina, por eso soltó una carcajada cuando se le preguntó si le preocupaba la presencia de esa mujer.

Tanto a Edmundo como Teresa se muestran preocupados por el duro enfrentamiento de Gabriela, la hija del primero, y Terelu y Carmen, hijas de la segunda. La chilena arremetió con dureza contra las hermanísimas en una revista, y éstas ya le han mandado mensajes subliminales desde ’Viva la vida', el programa en el colaboran los fines de semana. Mal panorama familiar si, finalmente, sus padres se reconcilian. Pero lo que parece claro es que el desenlace del culebrón “piticlinero” lo sabremos esta misma semana. Evidentemente, ni el uno ni la otra cierran sus puertas a una nueva oportunidad sentimental.