Edmundo Arrocet quiere contestar a María Teresa Campos por una cifra descomunal

Ojos que no ven, corazón que no siente. El pájaro Edmundo “Bigote” Arrocet contesta con esa frase a los que le preguntamos qué opina de la enternecedora entrevista concedida por su ex pareja, María Teresa Campos, al “Deluxe”. Nadie cree sus palabras, ni que no haya sido capaz de ver esa charla tan esclarecedora, con la banal excusa de que “casi no pongo la televisión”.

Dice que se encontrará próximamente con su Teresita para hablar, pero, de momento, con quien ha quedado el sábado 6 de febrero en Marbella es con su especial amiga, María José González, con la que se lleva de maravilla. Será en la gala de “Guapo de España”, organizada por la misma María José, y que contará con él como jurado. Curiosamente, en la revista “Linda magazine”, auspiciada por María José, aparece una fotografía en la que María Teresa Campos comparte protagonismo con tres participantes en la Summer Fashion Runway. Ironías de la vida.

Bigote le está cogiendo gusto a Marbella y a las convocatorias de su amiga. Allí se mueve como pez en el agua y no extraña el rumor que asegura que piensa invertir en una propiedad inmobiliaria en dicha localidad.

En cuanto a su distanciamiento de su Teresita, no sabe no contesta. Sigue volando libre y, pesar de los pesares, afirma que no cree que su por el momento ex pareja, “vaya a decir algo malo de mí”.

Sabemos que está negociando su presencia en un programa de televisión para contar su verdad. Y aunque asegura que “no iré a ningún programa, nunca”, se especula con que pide unos 40.000 euros por la exclusiva, pero tan solo le ofrecen quince mil, cantidad que dista mucho de sus verdaderas pretensiones.

Se mantiene casi mudo e intenta aparentar tranquilidad, no para de repetir que “estoy muy bien”. O la procesión va por dentro o es un recurso básico para eludir las preguntas de los periodistas. En los últimos días, el Bigote desbigotado más popular del panorama artístico no parece el mismo tipo divertido y dicharachero de siempre. Estamos conociendo la otra cara del personaje, más seria y prepotente que nunca. Y no le gusta a nadie.