Vacaciones
Las vacaciones pre-covid de Ramón Langa: “En La Rioja, los ligues en la gira con Miguel Ríos”
«Tendría 21 años –dice el actor– y la fotografía formó parte del primer ‘‘book’' que me hice para la profesión y no olvidaré que la costeó mi padre. Lo curioso es que estaba en el transcurso, o terminado el estío, que se ha quedado grabado como el verano de mi vida». Langa –memorable en las obras teatrales como «Pregúntame por qué bebo» o «La cena de los idiotas»– se ríe al asegurar que «he tenido infinitos veranos en los que lo he pasado fenomenal, pero aquel año fue especial porque transcurrió durante la gira de «El rock de una noche de verano» de Miguel Ríos, con Leño y Luz Casal de teloneros. Nos contrató una empresa que hacía el merchandising durante los 63 conciertos en todos los puntos del país. Teníamos que montar y desmontar los enclaves donde se vendían camisetas, muñequeras, etc. Así en cada ciudad. Cuando concluíamos, lo plegábamos todo y nos íbamos al backstage a disfrutar del concierto. Eso era pura dinamita». La otra mitad del éxito en castellano de actores como Bruce Willis o Kevin Costner –el autor de «La jungla de cristal» llegó a decir la buena parte del éxito de su personaje en español se lo debía a él– recuerda que ya había terminado su carrera de Arte Dramático pero que «aunque había hecho mis pinitos como amateur, ganarme un dinerillo no estaba mal. Además, para un chaval de mi edad, ir de ciudad en ciudad con ¡nada menos que Miguel Ríos!, era impresionante: el ambiente bohemio, la carretera, los buenos amigos, los ligues... Cada vez que me he encontrado con Miguel se lo he dicho y se emociona. De hecho, me ha dado un chute tremendo saber que ha vuelto a grabar. No en vano, Manolo García dijo que la historia del rock en nuestro país la había escrito el gran granadino y lo suscribo».
Volviendo a la foto, él nos recuerda que está abrigado porque hacía frío, «soy incapaz de recordar si fue en San Sebastián, Logroño o La Rioja... solo sé que hacía frío. Pero la cazadora no hace justicia a lo que resultó ser aquel estío: noches durmiendo en la playa, amigas fantásticas a las que perdí la pista, comilonas pantagruélicas pero también muchos bocadillos, viajes en furgonetas para llegar al quinto infierno, donde cantaré de nuevo, como reza la letra del ‘‘Blues del autobús’' compuesta por Víctor Manuel». Y prosigue: «imagina cómo fue de movido aquel verano que, con lo delgado que yo ya estaba, perdí ocho kilos, ¡piensa en el movimiento que llevó mi cuerpo! (jajaja). Después de cada concierto, yo me apuntaba a la movida que organizaban los Leño y nos daban las seis de la mañana, ¡increíble! –resume el actor que ha trabajado con Garci o Berlanga y que se prepara para el rodaje de una serie que se emitirá en una de las principales plataformas. No guarda más que buenos recuerdos, como de Rosendo Mercado, patrimonio del rock patrio: «Era un tipo simpático, cariñoso, buena gente y divertidísimo. Una vez, en Gerona, tras terminar un concierto, vimos a un tipo que estaba pescando al amanecer. Rosendo se escondió detrás de una oquedad y, con las manos abiertas, le dijo: paisano, ¿no estará pescando? El susto que se pegó fue memorable. Pero él todo lo hacía con buena fe. Al verano post Covid de Langa no se le ha caído ninguna hoja en el tupido bosque de sus interpretaciones. Nunca hemos conocido objetos de saldo en ninguno de sus trabajos. Es de los grandes, de los memorables, de los mejores... y, sobre todo, de los nuestros.