Realeza

Ernesto de Hannover: La cárcel amenaza al príncipe de la resaca

La Fiscalía pide tres años de prisión para Ernesto de Hannover por cuatro altercados que sucedieron en un estado de «total intoxicación»

El príncipe Ernesto Augusto de Hannover
El príncipe Ernesto Augusto de Hannoverlarazon

El 23 de enero se cumplen 22 años del enlace entre Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover. Unidos siguen por la Iglesia y el Estado, aunque el matrimonio concluyera en 2009 con una separación formal. Probablemente mucho antes, la princesa se arrepintió de haberse encaprichado de un personaje notorio por su carácter violento, adicto a los excesos, enfermo de alcoholismo. A pesar de la distancia, el historial de altercados y escándalos del aristócrata prende como un lastre en la dignidad de Carolina, quien además ahora podría tener que asumir la condición de esposa de un delincuente encarcelado. Según el medio austriaco «Kronen Zeitung», la fiscalía de Wels, localidad cercana al coto de caza donde ahora reside el príncipe alemán (66 años), le imputa «haber cometido un acto punible en estado de ebriedad» al agredir a dos policías, delito castigado con hasta tres años de prisión. Los agentes acudieron en la madrugada del pasado 15 de julio al palacete del Hannover tras recibir una llamada de auxilio, no se sabe si de sus asistentes o de él mismo. La versión de la fiscalía sostiene que el príncipe se mostró poco receptivo a la ayuda y terminó enzarzado en una pelea brutal que terminó con él internado en un centro psiquiátrico ante el riesgo de que el detenido se autolesionara.

Ernesto de Hannover, en Lima.
Ernesto de Hannover, en Lima.G3onlineGTRES

Cinco días después, en cuanto quedó en libertad con cargos, acudió con un bate de béisbol a la puerta de la comisaría para mostrar a los dos policías lo que opinaba de ellos y de su asistencia a domicilio, por lo que fue detenido por segunda vez. Es posible que la reincidencia fuera alentada por el alcohol pero también, y sobre todo, por esa sensación de impunidad que proporciona un apellido noble y una cohorte de abogados bien pagados que le han sacado de otros muchos incidentes en los que basa su fama de matón. Para corroborarla, dos meses después atacaba y amenazaba gravemente a una pareja de empleados de su residencia, que aterrados llamaron a la policía. Varios coches patrulla rodearon el coto de caza y poco después el propietario acababa de nuevo esposado en comisaria.

En las próximas semanas deberá ir a juicio y, según medios jurídicos austriacos, es muy difícil que con sus antecedentes se libre de pasar una temporada en prisión. No parece que esta última humillación vaya a modificar su estado civil. Pase lo que pase, Carolina (64 años) tiene decidido mantener su título hasta que la muerte los separe. En la página web oficial del Principado, la hermana mayor de Alberto de Mónaco figura como princesa de Hannover, un honor mucho más elevado en el «gotha» europeo que ser princesa monegasca. Sin embargo, puede que este no sea el único motivo que le lleva a rechazar el divorcio.

Ernesto de Hannover
Ernesto de Hannoverlarazon

En octubre, la revista alemana «Bunte» aseguraba que en realidad Carolina está haciendo un favor a Ernesto Jr., el primogénito del príncipe, enfrentado a su padre por el legado de la Casa de Hannover. Ernesto Jr. y su hermano Christian son fruto del matrimonio de Ernesto de Hannover con Chantal Hochuli. Aquella unión de 16 años se rompió en 1997 a causa de Carolina. Sin embargo, la princesa siempre ha mantenido una muy buena relación con los dos hijos de su marido y ha apreciado especialmente que Ernesto Jr. haya ejercido de hermano mayor y casi como segundo padre de Alexandra, la única hija que tiene en común con Ernesto.

Es notoria la pésima relación del príncipe con su primogénito. El enfrentamiento se recrudeció cuando Ernesto Jr. decidió casarse con la diseñadora rusa Ekaterina Malysheva en contra de la opinión de papá, quien ni siquiera acudió a la boda. Por ley, el legado Hannover debe pasar siempre al hijo mayor, a no ser que este decida contraer matrimonio sin el consentimiento paterno. En ese caso, podría ser desheredado y el cabeza de familia nombraría a otro heredero varón.

Carlota Casiraghi, Alberto de Mónaco, Ernesto de Hannover y Carolina de Mónaco duante la cena de gala con motivo de la entronización del príncipe Alberto.
Carlota Casiraghi, Alberto de Mónaco, Ernesto de Hannover y Carolina de Mónaco duante la cena de gala con motivo de la entronización del príncipe Alberto.larazon

Viuda antes que divorciada

La relación de Ernesto con Christian, su otro hijo, es igual de mala, de manera que la única amenaza para Ernesto Jr. sería que su padre volviera a casarse y tuviera un hijo. Pero eso no puede ocurrir mientras Carolina continúe siendo su esposa. Ella ha elegido bando en esa guerra filial y está dispuesta a ser viuda antes que divorciada. Tal vez de esa forma se resarza de haber tenido que soportar a un iracundo borracho que, además, apenas se ha ocupado de su hija Alexandra, con la que solo mantiene un vínculo formal. Parece que el príncipe va a pasar sus últimos años en una solitaria resaca.