Casa Real
Habla el director del internado de la Princesa Leonor, Peter T. Howe: “La selección ha sido anónima”
Aún no se sabe con quién compartirá habitación la Princesa de Asturias, pero disfrutará «de dos años de libertad para encontrarse a sí misma y para seguir sus pasiones», según Howe
Kurt Hahn (1886- 1974) fue un pedagogo judío alemán cuya filosofía era educar para la paz. Defendía que si los jóvenes de diferentes razas, religiones y clases sociales estudiaban juntos, se podría crear un mundo mejor. Y estas son las bases de la prestigiosa institución educativa Colegios del Mundo Unido (UWC), donde el próximo curso la Princesa Leonor, de 15 años, comenzará sus estudios en el Atlantic College de Gales (Reino Unido). Se trata de la Heredera al Trono de España. Pero allí simplemente será Leonor, una alumna más de una comunidad de 360 jóvenes de más de 90 países de todo tipo de clases sociales, culturas, religiones e idiomas.
«Nuestros estudiantes pueden variar, desde la realeza hasta los refugiados. Vienen los que tienen todo y los que no tienen nada. Vienen los que saben cinco idiomas y los que no hablan inglés. Es un lugar de encuentro pionero para los jóvenes y tiene una misión clara: cambiar el mundo para mejor. Estamos encantados de que la Princesa Leonor se una a nosotros el próximo curso», explica a LA RAZÓN Peter T. Howe, director del centro.
El canadiense, que ha sido rector de muchos otros centros de la institución, lleva desde 2017 al frente del internado localizado en el majestuoso castillo Saint Donat’s del siglo XII, situado en el medio de la campiña galesa. A lo largo de su dilatada carrera ha tratado con diferentes casas reales. No en vano, la princesa heredera Elisabeth de Bélgica se graduó el año pasado en el mismo colegio. Pero en la larga conversación mantenida con este diario se mostró de lo más cercano dando normalidad a la noticia que tanta expectación ha levantado en España, lo que ya dice mucho de la filosofía del internado. «Para los herederos especialmente, creo que son dos años de su vida muy importantes; al fin y al cabo, son dos años de libertad, donde pueden seguir sus pasiones, donde pueden encontrarse a sí mismos, antes de cumplir la mayoría de edad, con todo lo que eso supone para ellos», matiza.
Una oportunidad única
Howe explica que el proceso de selección se realiza a través del comité de cada país. «Para mí, el comité español es el mejor. Son excepcionales. De los más de 500 candidatos solo se seleccionaron a 12. El proceso es completamente anónimo. Solo en la fase final de la entrevista supimos que se trataba de la Princesa Leonor», recalca. De momento, no ha tenido contacto con la futura estudiante ni con el Rey Felipe y la Reina Letizia, pero llegará cuando se inicie el curso. «Cuando la princesa Elisabeth estuvo con nosotros claro que tuve reuniones con la reina Matilde de Bélgica. Pero vienen como unos padres más, no como reyes. Como cualquier otro padre, las preguntas que te hacen es si van bien, si han elegido bien las asignaturas, opciones de universidad. Como cualquier otro padre lo único que quieren es lo mejor para sus hijos y que saquen el mejor provecho a la oportunidad que se les brinda», explica Howe.
Los alumnos tienen habitaciones muy austeras que comparten entre cuatro. Aunque también tienen un cuarto de estudio y una sala de estar con una pequeña cocina, por si quieren comer algo fuera de las tres comidas. En su momento, la princesa Elisabeth vivió con una refugiada de Bélgica que, de otra manera, quizá no hubiera conocido. «De momento no hemos decidido con quién compartirá habitación Leonor. Aún estamos recibiendo todas las candidaturas para el próximo curso. El objetivo es mezclar idiomas, nacionalidades, religiones y culturas. Y eso exactamente haremos con ella. A la hora de ubicarla para nosotros solo será una estudiante proveniente de Europa que habla español», explica.
El coste del bachillerato internacional –que los Reyes de España pagarán con su asignación anual– es de 67.000 libras (alrededor de 76.482 euros). Aunque casi el 76% de los alumnos está becado. A diferencia del esmoquin que deben llevar los alumnos del elitista colegio de Eton, en Atlantic College no hay uniforme. «Al final todos van con vaqueros y sudaderas, ropa cómoda, como cualquier adolescente», explica. Según han relatado antiguos alumnos, nadie es ostentoso ni va con ropa de marca, es más, esto está incluso mal visto.
Al inicio del curso, los estudiantes tienen unas semanas de adaptación antes de elegir asignaturas y actividades. Las clases son de 08:00 a 13:15 y por las tardes hay tres o cuatro horas más a actividades para deporte, trabajo con la comunidad o proyectos creativos. «La princesa Elisabeth, por ejemplo, estaba en un programa que enseñaba a nadar a niños de los alrededores», explica el director, que solo llama a los alumnos a su despacho cuando cree que no están cumpliendo los dos objetivos claves: esfuerzo e implicación. «Para mí, por ejemplo, tiene un mérito extraordinario los alumnos que llegan sin hablar nada de inglés y luego son capaces de aprobar los exámenes. Lo que les pido a cada uno es que tienen que esforzarse y aprovechar al máximo la oportunidad que se les brinda en todos los sentidos, tanto en la clase como en las actividades de comunidad», matiza.
No más de 50 euros al mes
Los fines de semana, los estudiantes tienen total libertad para entrar y salir del campus y poder ir a los pueblos de al lado. «Si los jóvenes sienten que confías en ellos, se toman su responsabilidad muy en serio», añade el director, que recomienda a los padres «no dar más de 50 euros al mes para gastos personales».
La filosofía del centro es que pasen la gran mayoría del tiempo en el internado. Pero si los padres solicitan una salida excepcional, se revisa y, si se considera que la razón «es de peso», se da un permiso. Por lo tanto, Leonor podrá compaginar sus estudios con su agenda de actos institucionales, que en los últimos años ha tomado cada vez más protagonismo.
En cuanto a la seguridad, es una decisión que toma cada casa real, aunque Howe recalca que el campus tiene su propio sistema para controlar quién entra y sale. «En cualquier caso, estamos en medio del campo, alejados de todo. No es como si estuvieras en el centro de una gran ciudad», señala.
La princesa Leonor actualmente cursa sus estudios en el colegio Santa María de los Rosales, de Madrid, el mismo centro donde estudió el Rey. La Heredera es una alumna brillante. Diariamente, realiza actividades deportivas, clases extraescolares y deberes hasta las ocho de la tarde. Le gustan las humanidades, pero también se le da bien el cálculo. Habla inglés perfecto, está mejorando su francés y sigue avanzando con el árabe. Impresionó con su excepcional catalán y está familiarizada con el gallego y el euskera.
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