Es la gran desconocida dentro de la saga Janeiro-Campanario, al menos de cara al público más fiel de la prensa del corazón. Hasta ahora. Hablamos de Julia Janeiro, hija de Jesulín y María José Campanario. Son pocos los datos que se conocen sobre ella y en eso tiene mucho que ver el hecho de que hasta el próximo 18 de abril no cumplirá la mayoría de edad, y con ello el pleno derecho a decidir sobre su propio futuro. Muchos se preguntan si la joven tomará el mismo camino que su hermana Andrea –el anonimato– o si, por el contrario, dará el salto a la fama como sus padres. Todo depende de ella y solo de ella.

En las últimas semanas, a raíz del conflicto que ha mantenido enfrentadas a Belén Esteban y a Campanario sobre el que la propia Julia se manifestó en sus redes sociales, ha llevado a algunos a barajar la posibilidad de que la hija de la odontóloga esté buscando acaparar la atención mediática con el fin de participar en «Supervivientes» o, en un futuro, «Gran Hermano». Nada más lejos de la realidad. Así nos lo confirma en primera persona el abogado de María José, Antonio González Zapatero, quien mantiene un contacto continuo con su clienta: «No irá a ningún ’'reality’'», asegura el letrado. Al menos, por el momento. Tal y como ha podido saber LA RAZÓN, entre sus intereses y preferencias actuales se encuentran las redes sociales y el mundo de la moda, siendo ambas perfectamente compatibles para empezar a generar ingresos. Cabe destacar que si hace unas semanas la hija mayor de Campanario contaba con poco más de 10.000 seguidores, a raíz de la polémica que ha rodeado a su madre y a la colaboradora de «Sálvame» ya tiene más de 34.700 personas interesadas en sus contenidos. Un aumento notable a golpe de «followers» que solo tiene consecuencias positivas para ella y su imagen de cara a las marcas y empresas.

Enamorada de un futbolista

Si todo sigue su curso, la joven enfocará su vida profesional en temas de estilo y moda, aunque lo cierto es que también se ha comentado la posibilidad de que su futuro esté encaminado hacia el mundo de las empresas. A día de hoy, Julia está volcada en su familia, amigos y, sobre todo, en el chico que le ha robado la ilusión: Brayan Mejía, un joven murciano de 20 años afincado en Madrid, donde juega como futbolista en un conocido equipo de la capital. Se conocieron en Nueva York, ciudad en la que Julia estudió durante una temporada, y en sus redes sociales se muestran de lo más enamorados.

Pero, además, el abogado González Zapatero nos desvela en conversación telefónica que la principal preocupación de Campanario es «proteger a su hija y todo lo que tenga que ver con su anonimato e intimidad», y hará todo lo necesario para que eso se cumpla. Algo totalmente comprensible, y más aún por parte de los progenitores, bien conocedores de las consecuencias de la fama.

Al límite de la verdad

Por el momento, Julia cuenta con 57 días de «margen» para explicar públicamente –o no– cuál será su decisión final, como hizo su propia hermana Andrea y otros rostros populares como Anita Matamoros y Alejandra Rubio. Mientras tanto, su cara se encuentra pixelada en todos los medios de comunicación como medida de protección por ser menor de edad. Aunque eso no ha impedido que programas como «Sálvame» lancen alguna que otra advertencia pública a la mujer de Jesulín de Ubrique, afirmando, además, que la actitud que tuvo Campanario publicando la famosa carta contra Belén Esteban ha perjudicado indirectamente a su hija. Por su parte, María José se mantiene firme en su más discreto silencio, dejando de lado todo lo que digan sobre su persona en manos de su reconocido abogado. Habrá que esperar para ver lo que pasa finalmente este 18 de abril.