Fallece la madre de Ana Obregón, a los 95 años

Un año después del fallecimiento de su hijo, Aless, un nuevo golpe sacude a Ana García Obregón. La actriz ha perdido hoy a su madre, Ana.

Hacia mediados de abril, Ana Obregón tuvo que ser ingresada en una clínica madrileña donde recibió la visita de todos sus seres queridos. En aquella ocasión, la actriz reconoció que para ella volver al hospital fue “como una vuelta al infierno” porque le hizo rememorar “los últimos meses que pasé allí viendo sufrir a mi niño”.

Unos días más tarde, su madre era dada de alta y volvía a casa donde la esperaba el amor de su vida, Antonio García. Al volver, la actriz compartía un bonito vídeo del reencuentro de sus progenitores que mantienen una relación de 67 años. Unas enternecedoras imágenes que la presentadora compartía en sus redes. “Hoy es el primer día en un año que no lloro de rabia, ni de dolor, ni de tristeza”, decía.

“Mamá, que sepas que te tengo agarrada de las manos muy fuerte porque te necesito a mi lado más tiempo”, escribía Ana hace unas semanas en su perfil de Instagram. Este mensaje cobra hoy mayor sentido tras la pérdida de su progenitora.

Ana Obregón y Antonio García formaron una familia numerosa al ser padre de cinco hijos: Ana, Amalia, Celia, Javier y Juancho. Ana María tenía además once nietos y un bisnieto.

Ana María Obregón Navarro nació en el seno de una familia acomodada de Madrid. Hija única del empresario Juan Obregón Toledo y de Carmen Rubio Arrabal. En los círculos de la alta sociedad de la posguerra, conoció a Antonio García, un joven de familia humilde y ex campeón de natación que despuntaba como arquitecto de la clase alta de la capital.

Tras un breve noviazgo se casaron en una boda que congregó a lo más granado de la burguesía madrileña de la época. Convertidos en marido y mujer, el abuelo de Ana Obregón ayudó a su yerno a montar su primera inmobiliaria Jotsa. La madre de Ana Obregón también ejerció de secretaria del consejo de administración de la empresa. Pronto la inmobiliaria se convirtió en la más importante de España y entre sus proyectos figura la urbanización de La Moraleja en Madrid y de Sotogrande en Cádiz.

A finales del verano de 2015, mientras pasaba sus vacaciones en Mallorca, Ana María padeció un derrame cerebral y tuvo que permanecer varias semanas ingresada en la Clínica Rotger de Palma de Mallorca. Dos años más tarde padecía un infarto que también alarmó a toda la familia que se mostró tan unida como siempre.