En su documental
Julián Muñoz: de su primer encuentro sexual con Isabel Pantoja a su ‘arrepentimiento’ por engañar a Mayte Zaldivar
El ex edil marbellí ha abordado gran parte de sus polémicas en sus últimos veinte años en la primera entrega de la docuserie que protagoniza.
El estreno de la docuserie de Julián Muñoz en Telecinco se ha convertido en el evento televisivo más esperado de la semana. Los seguidores de la prensa rosa se han olvidado por momentos del culebrón protagonizado por Antonio David y Marta Riesco para centrarse en las vivencias que narra el ex alcalde de Marbella en ‘No es hora de la venganza, es la hora de la verdad’, emitido durante la noche de este viernes en Telecinco.
Su matrimonio con Mayte Zaldívar, su condena en prisión, la época marbellí y la corrupción son tan solo algunos de los temas que se abordan en este formato. Pero, sin duda, el nombre de Isabel Pantoja cobra una importancia máxima, tanto en su relato como en su vida pasada -y presente-.
La relación entre ambos comenzó cuando Julián estaba casado con Mayte, y aunque intentaron que su amor nunca viese la luz pública, los continuos seguimientos de la prensa confirmaron lo que era un secreto a voces en Marbella: “Yo me sentía como el tío más importante del mundo, había conseguido que un personaje tan impresionante como Isabel Pantoja se fijara en mí, yo era el puto amo”, ha confesado Julián haciendo alusión a los inicios de su relación con la artista.
Fue en el año 2003 cuando su vida en común dio un giro de ciento ochenta grados: “En la feria del turismo de Madrid había un stand de Marbella y allí fuimos, allí conocimos a los de Guadalpín y ella decidió que quería comprarse uno de esos apartamentos de lujo en Marbella, a través de mis contactos conseguí que le hicieran un descuento de casi el 50%”.
Julián ha relatado sin tapujos cómo fue su primer encuentro íntimo con Isabel: “La primera vez que yo me acosté con Isabel Pantoja fue precisamente en el apartamento de Guadalpín, más claro el agua, yo cada vez que podía me escapaba y nos veíamos, al principio en Guadalpín, después en Cantora”. Una relación que terminó de la peor manera por todo lo que ya se sabe.
El protagonista ha reconocido en este documental que fue su obsesión por la tonadillera lo que acabó con su matrimonio y lo que hizo de su vida una pesadilla. Mientras él se encontraba recluido en prisión, hizo una reflexión que ha querido compartir con todos los españoles en la noche de este viernes: “Tenía que haber sido más hombre. No más macho, más hombre”, confiesa a Paloma García-Pelayo, la periodista encargada de entrevistarle.
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