Negocios y belleza

Adolfo Remartínez, el dandy maño del champú de cebolla

No esconde que es de familia humilde. Se hizo millonario introduciendo el Lambrusco en España y, ahora, arrasa con el champú de cebolla. Esta es su historia de superación

Adolfo Remartínez, el dandy maño del champú de cebolla
Adolfo Remartínez, el dandy maño del champú de cebollaCedida

El secreto para un cabello espectacular se encuentra en la cebolla, y el empresario Adolfo Remartínez lo ha hecho posible. Este encantador maño con aires de dandy ha conquistado las mentes (y los cabellos) de muchos, convirtiéndose en el fundador de Nuggela & Sulé, la marca que ha revolucionado la cosmética capilar. Nacido en Zaragoza y de familia humilde, Adolfo es el pequeño de cuatro hermanos. Recuerda hacer los deberes cuando tendría quizás en torno a 6 o 7 años, sentado en la mesa camilla de casa, con un flexo, escuchando el rosario, mientras su madre cosía gabardinas para llegar a fin de mes.

Aunque casi siempre luce traje y corbata, no es un jefe de grandes despachos, sino de trato cercano y que se sienta junto a sus empleadas logrando que todos se sientan cómodos en su presencia. Ha vivido en más de 25 casas, y las que le quedan, ya que le «excita el cambio. He trabajado en más de cuarenta puestos de trabajo diferentes, y el que más me gustó fue el de hamaquero».

Con un presupuesto inicial de tan solo cincuenta euros, la trayectoria empresarial de Adolfo ha estado marcada por el éxito. A los 20 años, introdujo el Lambrusco en España, durante un viaje memorable. En una cena con amigos, una botella de rosado espumoso le capturó la atención, lo que lo llevó a recordar: «Fui de los primeros y vendimos millones».

Pero su mayor golpe de suerte llegó en 2014, cuando un experimento capilar cambió su vida. En medio de una rutina angustiante de trabajo y una novia desanimada tras cortarse el pelo con poco acierto, escuchó hablar sobre los misterios de las bacterias de la cebolla.

El resultado fue un innovador champú de cebolla roja que tardó tres años en perfeccionarse. Quédense porque la historia tiene un aire cómico: su novia, tras leer algo en internet, decidió probar un champú con cebolla fermentada. Al preguntarle qué había hecho, la chispa creativa de Adolfo se encendió, y a partir de ahí, el camino hacia el éxito tomó forma. Hoy, su champú es el «best seller» de su línea, con más de 1,2 millones de unidades vendidas y una lista de espera en Amazon.

Adolfo se enorgullece de haber conseguido mantenerlo durante 730 días consecutivos como uno de los champús más vendidos no solo en Amazon, sino también destacado en 33 países, desde Singapur hasta Chile, Somalia o Rusia, todo sin la influencia de las redes sociales. Adolfo tiene alergia al Excell, a las tecnologías y las agendas electrónicas.

El proceso de creación del champú no fue fácil, y de hecho, él se enfrentó a un susto de salud debido al estrés. Sin embargo, comprendió que no se trata solo de vender un producto, sino de mejorar la vida de las personas. Se considera que tener un producto que no sea solo una moda pasajera es clave para su éxito.

Se tuvo que apoyar en investigaciones clínicamente comprobadas y ahora, asegura sin pestañear, que su fórmula puede acelerar el crecimiento del cabello hasta un 41 por ciento. Adolfo también se asegura de rodearse de expertos, valorando cada consejo y manteniendo la mente abierta para innovar.

Respecto a su propio cuidado personal, se lava el cabello al menos tres veces a la semana. «Utilizo el Champú Nº 1 todos los días, desde que lo lancé al mercado hace más de diez años y aunque esto no lo prueba ningún estudio clínico (la eficacia del champú, sí), también puedo decir que además de buen pelo, tengo muchas menos canas que hace una década. Y a la vista está», zanja con una sonrisa.