Legítimos propietarios

Los Saboya reclaman a Italia sus joyas reales

Se conservan en el Banco de Italia desde la salida de la casa real del país en 1946

Fotografía de archivo del príncipe Víctor Manuel de Saboya
Fotografía de archivo del príncipe Víctor Manuel de SaboyaCIRO FUSCOAgencia EFE

La familia Saboya ha comenzado una batalla legal contra el Gobierno italiano para recuperar las joyas de la Corona que permanecen en el Banco de Italia desde la salida de la casa real del país en 1946. El tesoro incluye más de 6.500 diamantes y de 2.000 perlas. Ahora el príncipe Víctor Manuel, aspirante al trono italiano, y sus hermamas, María Gabriela, María Pía y María Beatriz de Saboya, reclaman esa valiosas pertenencias, según informa la revista “¡Hola!”.

Fue el 2 de junio de 1946 cuando un referéndum despojó de su corona a Umberto II que tan solo llevaba 33 días en el trono. Tres días después, el Gobierno pidió al Rey que entregase las joyas reales. El acta de entrega escrito por el entonces ministro de Casa Real Falcone Lucifero, establece que las joyas se mantendrán “a disposición de quien tuviera derecho a ellas”. Y eso es lo que ahora la Casa de los Saboya trata de explicar ya que considera que el hecho de que no hayan sido confiscadas en su momento, como sí lo fueron otras propiedades y bienes inmuebles, indicaría que ellos son los propietarios.

El origen de esta circunstancia se encuentra en una disposición de la Constitución italiana que establece que las joyas no son una propiedad personal, sino que se trata de una dotación para el ejercicio de sus funciones, y a la que cada una de las partes atribuye una interpretación diferente. Para el abogado de los Saboya, Sergio Orlandi, esto ha hecho que la cuestión quedase pendiente hasta hoy. El Banco de Italia rechazó la primera solicitud de la familia: “No se puede aceptar la devolución, teniendo en cuenta las responsabilidades de el depositario”.

Según la prensa del país, desde que llegó al banco de Italia solo fue abierto una vez, en 1976, cuando la empresa Bulgari taso la colección en unos 18 millones de euros, mucho menos de las estimaciones que apuntaban a que el tesoro podría estar valorado en cientos de millones.