Felipe de Bélgica: 10 años en el país de los conflictos

El rey Felipe de los Belgas cumplirá este próximo 21 julio diez años en el trono, una fecha que coincide con el día nacional de Bélgica. El país se prepara para celebrarlo y es momento para echar la vista atrás. El rey Felipe accedió al trono después de la abdicación del rey Alberto II y fue criado prácticamente por sus tíos, el rey Balduino, casado con la española Fabiola de Mora y Aragón, quienes murieron sin descendencia. Recordar aquí que el Rey Balduino fue un excelente muro de contención en las habituales crisis entre flamencos y valones. Su reinado pasó a la historia como un periodo de estabilidad. Fabiola fue muy bien recibida por los belgas y muy querida. A ellos se entregó hasta el final de sus días, sin renunciar a su tierra natal. Veraneaban en Villa Astrida, en Motril, Granada, donde falleció Balduino el 31 de julio de 1993. Se fue tan discretamente como vivió.

Durante estos diez años de reinado, el nuevo rey se ha enfrentado a hechos insólitos dentro de la Familia Real como el reconocimiento de Delphine Boël, la hija que su padre tuvo fruto de una relación extramatrimonial con la aristócrata Sybille de Selys Logchamps. Tras ser obligado a someterse a un análisis de ADN por la justicia bajo amenaza de multa diaria, el soberano Alberto II acabó reconociendo la filiación a regañadientes y Delphine, aunque no tiene derechos sucesorios al trono, se ha integrado progresivamente en la Familia Real Belga y de hecho participa dentro de algunos actos oficiales especialmente señalados. Lo que no sabemos es cómo asimiló el rey Felipe la existencia de esta nueva hermana, si bien las desavenencias en el matrimonio de sus padres nunca fueron desconocidas para él.

Por si fuera poco, la propia reina Paola, que también tuvo «affaires» amorosos durante su matrimonio, ha reconocido públicamente que ella y su esposo se casaron demasiado jóvenes y que, pese a sus buenas intenciones, su inmadurez hizo que no supieran muy bien cómo llevar una vida familiar. Un alarde de sinceridad que fue bien recibido por la población.

Los errores del Congo

Dentro de la faceta más política, el nuevo rey se ha convertido en el primer monarca de su país en lamentar públicamente las atrocidades cometidas por la corona belga en el Congo, de las que fue principal responsable su antepasado Leopoldo II, al que se considera uno de los grandes genocidas de la Historia. En junio del año pasado, el monarca realizó un viaje de fuerte carácter simbólico al Congo en el que definió el régimen colonial como «basado en la explotación y la dominación» y reafirmó «su profundo pesar por estas heridas del pasado». Una repetición de las disculpas que había expresado dos años antes en una carta dirigida al presidente del Congo, Félix Tshisekedi, con ocasión del 60 aniversario de la independencia.

En un país con una política tan convulsa en el que las crisis de gobierno se suceden sin fin y formar Ejecutivo se convierte en una tarea casi heroica, el nuevo rey rompió en el año 2019 un tabú nacional al recibir dentro de los habituales periodos de consulta tras las elecciones al líder de la formación ultraderechista flamenco Vlaams Belang, después de que este partido se convirtiera en la tercera fuerza dentro del Parlamento. Desde 1936 ningún presidente de una formación de este tipo había sido recibido por un monarca.

Cercano al pueblo

No sabemos si estos complicados momentos aparecerán en un documental que ha sido rodado durante un año por parte de la cadena francófona RTBF y que pretende acercar el monarca a los ciudadanos del país. Los fastos previos a este 21 de julio especial ya han comenzado.

Hace unos días, la Familia real –el rey, su mujer Matilde y sus cuatro hijos- invitaron a 600 compatriotas del país a dar un paseo por los jardines del castillo de Laeken y los agasajados pudieron disfrutar de cinto tipos de espectáculos artísticos.

Además, el día de la fiesta nacional habrá un concierto en el parque del Cincuentenario y el rey asistirá la víspera al tradicional Bal National , un espectáculo musical que tiene lugar todos los años en el típico barrio de Marolles. Asimismo, se publicará un sello especial con motivo del aniversario y nuevos retratos oficiales de los soberanos.

La heredera Elisabeth

Este enero, la heredera belga hizo su primer viaje oficial a Egipto, junto con su madre y emulando un viaje que hizo su abuela. La joven, de 23 años, estudia un grado de Política e Historia en la Universidad de Oxford. Anteriormente había cursado en el UWC Atlantic College of Walles, como la Princesa Leonor y ahora, la Infanta Sofía. Tras su paso por el internado, empezó su formación castrense. Fue la primera royal de su generación en licenciarse en el Ejército. Un formación paralela a la que actualmente está siguiendo nuestra heredera al trono.