Solo unos días después de hacerse pública la muerte de Federico de Luxemburgo, hijo de Roberto de Luxemburgo, primo del gran duque Enrique, una nueva tragedia golpea a la monarquía europea. La archiduquesa Estela de Austria, mujer del archiduque Carlos Cristian, primo hermano de Carlos de Habsburgo-Lorena, actual jefe de la Casa Imperial austriaca, perdió la vida el pasado 4 de marzo a los 46 años, tal y como ha desvelado un anuncio publicado en el periódico francés “Le Figaro” y emitido por su familia.

“El archiduque Carl-Christian de Austria, su esposo; Zita, Anezka, Anna, Paola, Pier-Giorgio, sus hijos; el Sr. y la Sra. Pierre Lapra de Saint-Romain, sus padres; el archiduque Rudolf de Austria y la archiduquesa Marie-Hélène de Austria, sus suegros; tienen la inmensa tristeza de anunciar el fallecimiento de Su Alteza Imperial la archiduquesa Estelle de Austria, nacida Lapra de Saint-Romain, el martes 4 de marzo de 2025, en su 47.º año de vida. La misa de réquiem se celebrará el martes 11 de marzo, a las 14:00, en el monasterio de los franciscanos de Cimiez, Plaza Juan Pablo II, en Niza”, reza el comunicado publicado en el diario galo.

La noticia de su fallecimiento cayó como un jarro de agua helada a toda la familia, especialmente a sus hijos, que con edades comprendidas entre los 4 y los 17 años se han visto obligados a despedirse de su madre de forma prematura.

La archiduquesa Estela se unió a la familia imperial austriaca el 2 de junio de 2007, cuando se dio el “sí, quiero” con el archiduque Carlos Cristian, bisnieto de Carlos I de Austria -el último emperador del Imperio austrohúngaro y rey de Bohemia y Croacia- en la pequeña ciudad y pintoresca ciudad francesa de Voiron. La ceremonia religiosa se ofició en la iglesia de Saint-Bruno, donde se dieron cita príncipes, archiduques más de otros 300 invitados ilustres, entre los que destacaron la princesa Astrid de Bélgica, el príncipe Gundakar de Liechtenstein y su esposa, la princesa María de Francia o el príncipe Jérôme Napoléon.

Tras la boda, los recién casados disfrutaron de una luna de miel en México, y fruto de su unión nacieron sus cinco hijos: Zita (2008), Anezka (2010), Anna (2012), Paola (2015) y Pier Giorgo, de solo cuatro años. Los pequeños lloran ahora la temprana muerte de su madre, cuyas causas todavía no han sido reveladas, un dolor que solo puede paliar, en parte, el férreo apoyo del resto de la familia imperial.