Reacciones a la abdicación de Margarita de Dinamarca: de la sorpresa al respeto

El pueblo de Dinamarca ha estrenado el año conmocionado por la decisión de su reina, Margarita II, de abdicar en su hijo Federico.  52 años de reinado no se borran a golpe de relevo y los ciudadanos han expresado en sus redes sociales unos sentimientos en los que la sorpresa inicial ha ido cediendo el paso a otros más profundos, como el dolor y la emoción. Por longeva y por cercana, Margarita de Dinamarca forma parte de la biografía de los habitantes de este pequeño reino y se ha ganado a pulso un puesto privilegiado en su historia y en sus corazones.

También los políticos han expresado a través de sus cuentas de Instagram, X y Facebook su gratitud y la admiración hacia su monarca, resaltando su legado. "Es un golpe sorprendentemente fuerte", indica Pernille Vermund, presidenta del partido Nye Borgerlige (La Nueva Derecha)."Para mí, decir adiós a nuestra reina como regente es como despedirme de una parte de mi país, de mi historia, de mi fundación", ha escrito en su cuenta de Facebook. "Respeto la decisión y puedo imaginar claramente lo difícil que debe haber sido tomarla, pero es en todos los sentidos una gran tristeza decir adiós a Su Majestad la Reina Margarita II", continúa.

También el presidente del Partido Popular Danés, Morten Messerschmidt, ha explicado que todo el país tuvo que sentirse hundido en alguno de los momentos en los que la reina pronunció la palabra abdicación durante el discurso de Año Nuevo. "¡Muchísimas gracias a la fantástica Reina de Dinamarca por los muchos años que ha gobernado con gran dignidad y sabiduría! Ella es completamente única. Y la extrañaremos", escribe en Facebook la expresidenta de este mismo partido, Pia Kjærsgaard, quien aprovecha también su cuenta de Instagram para informar que dará una entrevista para hablar de la abdicación desde una terraza de Tenerife.

El ministro de Economía y presidente de Venstre Troels, Lund Poulsen, va más allá e indica que la abdicación, además de inspirarle respeto, es síntoma de la fuerza y la durabilidad de la monarquía en Dinamarca. Durante años ha tenido ocasión de viajar con ella y destaca esa "personalidad" y  "sabiduría" que han caracterizado a la reina.

La palabra "gracias" se repite constantemente en las reacciones. También el orgullo y la honra de haberla tenido como reina, así como el deseo de que disfrute de una buena jubilación. Confían en que el príncipe heredero, que  pronto se convertirá en rey Federico X de Dinamarca continuará la senda de su madre.