Opinión
Currículos falsos y tal
Por ejemplo: Koldo falsificó el título de portero de puticlub. Ábalos fue ministro de Transportes sin tener el carné de conducir
Allá por los 70 del siglo pasado, Abel Matutes, entonces alcalde de Ibiza, me presentó a uno de los grandes falsificadores de arte de la historia, Elmyr de Hory. Estaba convencido de que para falsificar perfectamente a los genios había que ser otro genio. Destacó por falsificar, entre otros, a Picasso y Modigliani. Metidos en copichuelas, me hizo un dibujo del italiano en poco más de cinco minutos, lo firmó como Modigliani, y yo, estúpido de mí, lo perdí en el viaje de vuelta a Madrid. Me dijo que todas las corrupciones empiezan por falsificar algo (imagino que también por falsificarse a sí mismo) y que todos los grandes museos del mundo están repletos de obras falsificadas: jamás se descubrirán porque hay fabulosos intereses implicados. Un gran tipo Elmyr. Podría haber estado tres días y tres noches escuchando sus historias, sin importarme que fueran falsas o no.
El Apolo de la Moncloa no está doctorado en Maquillaje, aunque figure en su currículo para participar en «Tu cara me suena»
Viene esto a cuento de los falsificadores de títulos académicos para mejorar currículos, pero nada que ver con Elmyr: lo de aquí son más bien chapuzas como el Ecce Homo de Borja. Cuentan las lenguas viperinas que van a aparecer más casos. Por ejemplo: Koldo falsificó el título de portero de puticlub. Ábalos fue ministro de Transportes sin tener el carné de conducir. Conde-Pumpido accedió al TC sin terminar su tesis en Ciencias Sanchistas y de las JONS. El fiscal García Ortiz aún no posee el título de programador de móviles. Otegi fue jefe de ETA sin el pertinente permiso de armas. Aitor Esteban, presidente del PNV, no está diplomado en Sabino Arana. Leire Díez no se doctoró en Fontanería en la Moncloa. El Puchi no es el autor, como presume, del lienzo «Perro Sanxe caganer». Y el Apolo de la Moncloa no está doctorado en Maquillaje, aunque figure en su currículo para participar en «Tu cara me suena». Continuará.