Paranormal Activity
El espíritu de doña Ana perturba la existencia de Isabel Pantoja
Cosa de espíritus perdidos en el limbo, voces que se pierden entre las cuatro paredes de un salón vacío. Isabel Pantoja, cuentan, mira la foto de su madre, colocada en una mesa de la estancia, y se dirige a ella con monólogos interminables que no obtienen respuesta.
La tonadillera está obsesionada con la imagen de su progenitora, no se hace a la idea de que no volverá a verla más, pasa horas sentada frente a sus fotografías, las contempla una tras otra, rememorando episodios familiares que nunca se repetirán.
Pero Isabel, en su mente, lucha contra la realidad, es como si disfrutara en un mundo paralelo de esa madre que se marchó para no volver.
En este sentido, el ‘espíritu’ de doña Ana, la mujer que con un carácter férreo dirigió durante años los el desatino de su hija, perturba la existencia de quien más le quiso en la vida terrenal, y sigue queriéndola aún después de muerta.
Abatida, sin ganas de nada, ve pasar las horas en la finca, acompañada, tan solo, de su incondicional hermano Agustín, su protector en lo bueno y en lo malo.
En Cantora, la habitación de la matriarca fallecida sigue igual a como ella la dejó, nadie toca, de momento, sus cosas, su ropa, sus efectos personales. Es un tema tabú.
La situación paranormal es digna de una investigación del desaparecido ‘Cuarto Milenio’. Ya contaron en su día que otro espíritu, el de Francisco Rivera ‘Paquirri’, se paseaba por las estancias.
La misma Chabelita desveló en una ocasión que creía haber visto al fantasma del torero. Episodio insólito para la hispano peruana, que debió sentir un miedo alucinante. Por lo menos, escalofríos. Ahora lo cuenta con un cierto desahogo, pero el día que ocurrió salió despavorida como alma a la que persigue el diablo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar