Opinión
El diario de Amilibia: Yo también querría quedarme en Abu Dabi
“No me extraña nada la decisión del Rey Padre, máxime cuando el presi y todos sus socios del rojerío le piden explicaciones, más explicaciones, si asomara por aquí”
Don Juan Carlos I prefiere seguir residiendo en Abu Dabi, aunque haga alguna visita esporádica y discreta a España. Con todos los respetos, Majestad: a mí también me gustaría quedarme en Abu Dabi si viviera allí invitado por un príncipe generoso. Soy viejo. Aquel clima es bueno, dicen, para la artritis, el lumbago y el asma, y, desde luego, no tiene ni punto de comparación con el futuro que me espera en una residencia pública. Por bien que atiendan, me cuesta imaginar a Ione Belarra dándome la sopa a cucharadas y frotándome la espalda con la esponja en la ducha. Incluso no veo a Isabel Díaz Ayuso ayudándome en mis paseos matinales con el andador, y eso que ella parece muy benéfica y atenta. Sólo tengo la esperanza de que me visite de vez en cuando Tamara Falcó, la marquesa a la que tanto cito aquí, que quizá me lleve tartas de chocolate que no podré comer por la diabetes.
No me extraña nada la decisión del Rey Padre, máxime cuando el presi y todos sus socios del rojerío le piden explicaciones, más explicaciones, si asomara por aquí. Lo quieren genuflexo, que ya es mala leche conociendo lo mal que está de las rodillas. Así no hay quien se anime a venir de visita, por mucho que le tiren los nietos, los colegas de las regatas o los huevos rotos de Lucio. En fin, trataré de hablar con Carlos Herrera, que anda mucho por allí, por si conoce a algún príncipe que pueda invitarme a pasar la vejez en una villa de Abu Dabi. Y si por un casual cayera cerca del Emérito, imagino que podría enseñarme a jugar al mus, que ya me toca.
✕
Accede a tu cuenta para comentar
Pasividad ante la tragedia