Nuevo proyecto

Entrevista a Hugo Silva: “Todavía me considero un ‘sex symbol’ "

El intérprete es el protagonista del nuevo cortometraje del cineasta Daniel Sánchez Arévalo, donde da el salto al Caribe

Hugo Silva
Hugo SilvaDaniel GonzalezGTRES

Fue un «sex symbol» para toda una generación. Es uno de los actores más conocidos y respetados del panorama nacional, y a su espalda cuenta con una dilatada trayectoria profesional, tanto en el cine como en la pequeña pantalla. Ahora, también se ha convertido en la imagen de la agencia de viajes Soltour y los hoteles Bahía Príncipe, que han contado con él para que protagonice su último spot en República Dominicana. Se trata de un cortometraje en el que la publicidad deja paso a la ficción y muestra, una vez más, el talento de Hugo Silva.

Su popularidad se disparó gracias a «Los Hombres de Paco». ¿Se siente encasillado en el papel de Lucas?

No, hace como quince años que hice ese personaje y le debo muchísimo, mi carrera. Fue un «boom», soy muy consciente de ello y estoy muy agradecido. No me siento encasillado, he hecho mogollón de personajes, la gente se ha divertido y se lo ha pasado bien, y cuando me paran, me hablan de Lucas y otros personajes. Lo que noto ahora es que ya no es una fama explosiva, tan efervescente. Ahora es más calmado, como si vieran a un familiar. Mucho mejor.

¿Tenía un plan B por si fallaba su carrera como actor?

No, siempre quise ser actor, desde pequeño, y por fortuna la cosa ha ido bien. No sé qué hubiera sido de mi vida si no… De pequeño, veía las películas y tenía claro que quería hacer eso, no me visualizaba de otra forma. No me vino esto de casualidad, lo he buscado desde pequeño.

¿Algún actor o director con el que le gustaría trabajar?

Muchos, muchísimos. Me gustaría rodar con Fernando León de Aranoa, y con tantos… Incluso me gustaría repetir con algunos, porque al hacer otra cosa, los equipos cambian y es todo como un tetris. Cada rodaje es distinto, aunque repitas con algunos compañeros, y siempre es divertido. Lo importante es hacer el proyecto tuyo, y eso suele pasar porque, como es un curro en equipo, al final es como un barco pirata y el proyecto es de todos. Siempre hay esa energía y mola.

Más allá de su faceta como actor, fue y sigue siendo uno de los hombres más deseados. ¿Se considera un «sex symbol»?

Todavía me considero un «sex symbol». (Risas) No, yo que sé, eso lo dice más la gente. Yo creo que la cosa está ahora bastante más calmada con eso, por suerte. No es lo mismo alguien que se hace famoso de golpe que uno que lleva quince años entrando por tu casa por la televisión o haciendo personajes en el cine. La relación es distinta, pero yo estoy encantado.

Hugo Silva, durante un momento del rodaje
Hugo Silva, durante un momento del rodajeLa RazónMovistar Plus +

¿Algún complejo confesable?

Yo soy muy inseguro, y sigo siéndolo con 45 años. Tengo muchas más herramientas ahora para todo y estoy más ubicado en mi personaje público, pero sigo siendo un chico tímido de barrio y lo voy a seguir siendo siempre. Eso es así.

Si pudiera pedir tres deseos, ¿cuáles serían? No vale decir: «deseos infinitos»

¿La gente te pide deseos infinitos? La peña, como es… le das tres y quieren infinitos (risas). Sinceramente, sin parecer aquí el típico famoso, me gustaría que acabase ya el temita de la guerra de Rusia y Ucrania. Toda esta mierda, que acabe ya, eso sería lo primero. Lo segundo, con que mi gente esté bien y yo con ellos, voy sobrado. Sobra uno para ti.

Ahora hablemos mejor de renuncias. ¿Renunciaría antes al sexo o a la comida?

Al sexo. Antes, hace unos años, te hubiera dicho que a la comida. Pero ahora, te digo el sexo.

Entonces, ¿con quién le gustaría irse a disfrutar de una buena comida?

¿Hablas de follar o de comer? (Risas). No sé, me gustaría comer con mucha gente. Con Juan Diego, fíjate... Y con el resto de los compañeros.

¿Qué libros recomendaría a los lectores?

Hay un libro que me ha flipado: «Nuestra parte de noche», una novela de Mariana Enríquez. Leo mucho cuando viajo. Y viajo mucho cuando trabajo. Me estoy leyendo que me está flipando: «Canto yo y la montaña baila», de Irene Solà Sáez. Y uno que no quiero dejar de recomendarte que me leí el año pasado es «La vida contada por un sapiens a un neanderthal», de Millás Arsuaga. La lectura es mi refugio preferido.