El diario de Amilibia

Shakira y Piqué: ¿otro caso Pegasus?

¿Buscaba el Gobierno español la desestabilización de la pareja catalana más celebrada internacionalmente?

Shakira y Gerard Piqué en una imagen de archivo
Shakira y Gerard Piqué en una imagen de archivoGtres

Fuentes próximas a Mortadelo y Filemón comentan que la separación de Shakira y Gerard Piqué podría destapar otro caso Pegasus. ¿Supo la cantante de las supuestas infidelidades del defensa central (supuesto nacionalista catalán de élite) porque éste tenía el móvil infectado por Pegasus? ¿Buscaba el Gobierno español la desestabilización de la pareja catalana más celebrada internacionalmente? ¿Molestaba que la famosa cantante colombiana se hubiese fotografiado a veces luciendo la camiseta culé, incluso que lo hicieran sus hijos? ¿Escocía que hubiera cantado en catalán y se le considerara como una embajadora de lujo de la Generalitat?

Imagen de Archivo de Gerard Piqué. EFE
Imagen de Archivo de Gerard Piqué. EFENIGEL RODDISAgencia EFE

No se sabe, de momento. Pero cuentan las lenguas viperinas que Aragonès exigirá al presi español que la comisión de investigación del Congreso que estudiará (?) el espionaje a los indepes catalanes entienda también el caso Piqué, pues éste se significó públicamente con el independentismo cuando en 2017 llamó a votar en el referéndum del O-1 en su cuenta de Twitter. Yluego todos recordarán los pitidos del facherío al jugador catalán en los campos de España, una campaña brutal en la que según el CNI ruso de Puigdemont pudo estar involucrado el Real Madrid, el primo de Almeida, el hermano de Díaz Ayuso, Santiago Abascal y el Pequeño Nicolás. No me gusta jugar a profeta, pero intuí en esta columna la crisis de la pareja cuando Piqué manifestó aquello de «que me piten en el campo del Español es mejor que el sexo». Eso debió ofender a la colombiana más que unos cuernos vikingos, digo yo.

El caso Piqué viene a agriar aún más las relaciones de Aragonès con Él, y la Mesa de Diálogo ya no la arreglarán, parece, ni la cocina de Carme Ruscalleda ni las oraciones de sor Lucía Caram.