Separación
Eva González, una nueva vida marcada por el dolor
“Si confirma que Cayetano está flirteando con otra mujer, las perspectivas de reconciliación son nulas” asegura una fuente
El rostro compungido, la mirada perdida, un dolor interno que se refleja en el exterior. Eva González es incapaz de ocultar su estado anímico y emocional tras, presuntamente, separarse de su marido Cayetano Rivera.
La modelo y presentadora intenta no mostrar su pena y sigue haciendo, como puede, una vida normal. Hace unos días presentaba una fiesta de una revista y aparecía esplendorosa, sigue vinculada a su faceta televisiva, y, sobre todo, se vuelca en el cuidado de su hijo.
Una de sus amigas revela a LA RAZÓN que “la crisis no es de ahora, viene de la primavera pasada, cuando decidieron darse un tiempo de reflexión porque la convivencia no era buena. Eva sigue muy enamorada de su marido, pero es consciente de que su matrimonio no es idílico. La crisis es más que evidente, y si se confirma que Cayetano está flirteando con otra mujer, las perspectivas de reconciliación son nulas”.
Su revista de cabecera, la del saludo, lo deja bien claro en su última portada: “Viven separados”, confirmando rotundamente lo que empezó siendo un rumor días antes. La pareja sufre una crisis que podría ser definitiva, y no es la primera, porque ya en el 2014 tomaron caminos distintos durante varios meses, y hace dos años apareció en escena la abogada canaria Karelys Rodríguez, la mujer con la que Cayetano aparecía en unas imágenes que demostraban, por lo menos, una amistad muy especial.
Dicen que la semana pasada una misteriosa chica y el diestro se mostraron muy cómplices en una fiesta y que hubo alguna que otra caricia cuando creían que nadie les veía. Pero la pillada fue absoluta.
Eva hizo de tripas corazón y se mantuvo al lado de su marido cuando explotó lo de la isleña residente en Londres, apoyándole y demostrando que Karelys no iba a romper su unión. Pero ahora parece distinto, incluso, como decimos, se asegura que el torero podría haber conocido a esa otra mujer con la que fue fotografiado por un paparazzi en el acto benéfico que Mario Vargas Llosa organizó en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial.
Cuando Eva se enteró de todo esto no podía creérselo. En su cabeza no cabía una presunta infidelidad. Y se vino abajo. De ahí, las imágenes en las que aparece caminando por la calle con un abatimiento total.
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