DEP

Carmen Jara se lleva sus secretos a la tumba

La cantante de boleros y periodista fallece a los 85 años en su Huelva natal, tras luchar contra una dura enfermedad

Carmen Jara en una foto de 2015
Carmen Jara en una foto de 2015Sergio R Moreno©GTRESONLINE

La última vez que tuve ocasión de hablar con Carmen Jara me dijo, rotunda, «valgo más por lo que callo que por lo que hablo», y se ha llevado todos sus secretos a la tumba. Amiga de las más grandes, Encarna Sánchez, Rocío Jurado, Paquita Rico, Marujita Díaz y Lola Flores, entre otras, conocía los secretos más inconfesables de cada una de ellas, pero todas confiaban plenamente en una mujer que abandonó su carrera artística antes de tiempo para cuidar de su madre enferma y sus sobrinos. Sus labios estuvieron sellados para siempre.

Una dura enfermedad

Su economía se vio muy afectada y tuvo que buscarse la vida en otras vías que le exigieran menos viajes y esfuerzos. Así, la escuchamos en «La mesa camilla» del programa de su íntima, Encarna Sánchez, o hasta pocos meses antes de su fallecimiento en la sección de crónica rosa del espacio matinal de Federico Jiménez Losantos. Uno de sus contertulios, Carlos Pérez Jimeno, la recuerda con «inmenso cariño, era una persona extraordinaria», e igual piensa otra de las integrantes del equipo de Federico, la cantante Alaska, asegura que «conocer a Carmen es quererla, nuestro amor por ella nos va a acompañar toda la vida. Con ella desaparecen muchas verdades nunca dichas de las grandes figuras del espectáculo y la sociedad española de su tiempo».

Este mismo año le descubrieron a Carmen una dura enfermedad que es la que le ha llevado a la muerte. Se fue de este mundo a los ochenta y cinco años de edad, con la misma «discreción» que presidió su existencia, en la tarde del martes seis de diciembre, Día de la Constitución, rodeada de sus familiares más cercanos. Llevaba ingresada en una residencia geriátrica de su tierra, Huelva, desde hace tiempo y compartía confidencias y momentos emotivos con su hermano, que también se encontraba internado en el centro.

En su currículum musical, vemos aparecer actuaciones con grandes de la copla como Lolita Sevilla, Rocío Jurado, o Rafael Farina, no entraba en las guerras de divas y se mantenía al margen de desencuentros. Y eso que estaba al tanto de todas las guerras subterráneas entre sus compañeras de profesión. Pero se hacía la tonta cuando los periodistas le preguntábamos por ellas. «No me vas a sacar nada, chiquillo», me contestó en una ocasión. «Eso se queda conmigo hasta el fin de mis días». Por más que insistí, no conseguí mis propósitos.

Una de sus sobrinas, que la acompañó hasta su muerte y fue quien dio la noticia de este triste adiós a los medios de comunicación, manifiesta emocionada que «mi tía ha fallecido en el Día de la Constitución, ella, tan españolísima, siempre orgullosa de nuestra bandera».

Pedro Carrasco, su gran amor

Una fuente de su entorno añade que «Carmen mantuvo la entereza hasta el final, era una mujer con una gran fortaleza, tenía 85 años, pero en su interior cabía el espíritu de una mujer mucho más joven. Cuando le diagnosticaron la enfermedad nos dijo que iba a luchar con todas sus fuerzas contra ella, y que se sentía segura de ganarle la batalla. Nunca tiró la toalla…».

Su gran amor, según propia confesión, fue Pedro Carrasco, pero el boxeador se decantó finalmente por Rocío Jurado. A pesar de ello, Carmen y Rocío fueron grandes amigas.

Dentro de tan solo catorce días hubiera cumplido 86 años. En su ánimo estaba disfrutar lo mejor posible, dentro de la enfermedad que la minaba por dentro, de las próximas Navidades. Era una mujer muy querida en la residencia donde vivió sus últimos días. Contaba anécdotas que dejaban embobados a los otros pacientes. Parecía una enciclopedia viva de la copla española. Ahora se reencontrará en el más allá con muchas de aquellas que compartieron con ella escenarios.