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Alma Bollo se confiesa sobre sus problemas de salud mental: "Mi vida se volvió oscura y tuve que tomar pastillas"
La hija de Raquel Bollo debe hacer frente a los mismos demonios que otros millones de personas: la maldita ansiedad

En España, la ansiedad se ha convertido en una compañera silenciosa para muchas personas, afectando a distintos ámbitos de su vida sin que siempre se vea desde fuera. No distingue edad ni condición, y quienes la sufren a menudo lidian con preocupaciones constantes, tensión y una sensación de no poder desconectar. Es un malestar que puede ser invisible, pero muy real, y que toca la vida cotidiana de quienes lo padecen, como ocurre con la hija de Raquel Bollo, mostrando que nadie está completamente a salvo de estos altibajos emocionales.
Alma Bollo se ha sincerado sobre este problema de salud mental ante sus más de 270.000 seguidores, lamentando con ellos que tras un tiempo manteniéndola a raya, la ansiedad ha vuelto a hacer acto de presencia en su vida. “Notaba situaciones que me recordaban a cuando tenía estos períodos de ansiedad, como no querer estar con muchas personas o desbordamientos en momentos de mi día a día, en el trabajo, la casa o con los niños. Pensaba que no podía más”, comienza relatando la hija de Raquel Bollo.
Una de las peores crisis que sufrió se produjo, precisamente, tras disfrutar de un agradable día con su familia. A la mañana siguiente, despertó con una horrible sensación de angustia que la acompañó durante toda la jornada, obligándola a permanecer en la cama de su hija para calmarse: “Mi vida se volvió oscura. Volvieron los miedos, las inseguridades… Tuve que tomar algunas pastillas para poder calmarme”.
Bollo aclara que aunque la mayor parte de su contenido en redes sociales muestre su mejor versión, en realidad se trata de trabajo, una parte de su vida que no refleja cómo se siente verdaderamente por dentro.
La influencer tiene claro que no va a rendirse a la ansiedad y que pondrá todo de su parte para que no pueda con ella. “No quiero que mis hijos ni mi familia me vean así”, dice mientras se fuerza a salir de casa y a enfrentarse a su angustia.
La sevillana ha tomado la determinación de pedir ayuda profesional para intentar comprender mejor ese sentimiento de ansiedad, saber de dónde viene y aprender a convivir con él sin que limite su día a día, a sabiendas de que “esta vieja conocida” la acompañará más tiempo de lo que a ella le gustaría. “Mi único fin es poder dejarla aparcada a un lado y poder hacer mi vida normal”, explica Alma.
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