
Nuevo parte médico
Ana Moya pide el alta voluntaria tras 5 días ingresada: “Estoy con bastante dolor, no voy a hacerme la fuerte”
La esposa del futbolista Diego Conde ha sufrido un grave episodio de endometriosis y gastritis “terrible”. Sale antes del hospital por un buen motivo

Ana Moya, la mujer del portero del Villareal Diego Conde, ha vivido uno de los peores momentos de su vida, durante los cinco días en los que ha permanecido ingresada en el hospital. A su diagnóstico de endometriosis se le sumó una gastritis, que se complicó gravemente a la tercera noche, lo que hizo que la influencer se temiese lo peor. Así alertó asustada a sus seguidores de Instagram, informando del episodio sufrido y los malos resultados que le trasmitían los médicos. Éstos también se ponían serios a la hora de plantear las complicaciones a las que podía hacer frente.
“Ayer pensé que estaba mejorando, pero empeoré muchísimo vomitando. Me dijeron que si no se controla puede ser grave, ya que puede tratarse de una hemorragia interna, de la endometriosis que se haya extendido a otros órganos, de una úlcera...”, enumeraba algunos de los escenarios que le planteaban los médicos. Pero, por fortuna, ha remontado y ha podido recibir el alta médica, lo que le hace cumplir un deseo doble. No solo salir de la cama del hospital, sino también estar en casa para el cumpleaños de su hijo.
Ana Moya, por fin en casa de celebración
Aunque aún tiene que recuperar fuerzas, ya se siente mejor emplazando la sanación en la comodidad de su hogar, con su familia. Una buena nueva que ha compartido la influencer, tras el miedo que pasó tras los malos augurios arrojados por las últimas pruebas médicas: “Me voy para casita. Aún estoy con bastante dolor, no voy a hacerme la fuerte, pero poco a poco iré mejorando. Por el dolor habría necesitado más días en el hospital, pero lo ‘gordo’ ya lo he pasado aquí”.

Pero los médicos le concedieron su deseo de recibir el alta, pues este viernes tenía anotado en el calendario una celebración especial. Es el noveno cumpleaños de su hijo Mateo y quería prepararle su correspondiente fiesta de celebración. Aún no está recuperada y a veces le flaquean las fuerzas, de ahí que entienda que “me tocará estar tranquilita”. Eso sí, hay mucho que hacer, pero por suerte la gaditana también cuenta con “muchas manos que van a ayudar para que todo quede perfecto”.
Pero una vez aclarado por qué está fuera del hospital, también ha querido actualizar su cuadro clínico, en el que la endometriosis le ha agravado la gastritis crónica: “mi gastritis es terrible y, con ella, me duele hasta respirar y decir una sola palabra. Estos dos meses de verano me cortaron la regla para no destrozarle las vacaciones a mi hijo y estar siempre ingresada, y porque Diego estuvo un mes entero fuera de pretemporada. Vivir así de por vida es imposible. Ojalá se pueda solucionar con el tiempo”.
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