Entrevista
Cristina Pedroche: "La maternidad es un viaje arrollador. Menos mal que Dabiz me da la mano"
La presentadora publica "Gracias al miedo", su primer libro en el que se abre en canal sobre los temores e inseguridades que le abordaron tras ser madre y contra los que todavía lucha
Cristina Pedroche se declara total y absolutamente enamorada de su hija Laia, y no hay más que ver cómo la mira para comprobar no solo que lo dice es cierto, sino recíproco. Su primer libro, "Gracias al miedo" (Planeta), nace en forma de homenaje hacia la pequeña, que el próximo mes de julio alcanzará su primer año de vida. Un año en el que su madre se ha visto obligada a luchar contra los demonios que aparecieron poco después de nacer ella. La presentadora aborda entre las 221 páginas de su ópera prima los peores momentos de su posparto, repleto de temores e inseguridades normales en muchas madres pero que se intensifican si eres una de las mujeres con más seguidores en Instagram de España.
"Tengo los mismos miedos que otras madres, pero se juntan con los de una madre famosa. Me da miedo salir a la calle y que alguien quiera venir a tocar a la niña o a hacerle una foto", manifiesta en la presentación de su libro. Aprensiones que la llevaron a buscar refugio en su casa y aislarse lo máximo posible. Fue entonces cuando, animada por su terapeuta, comenzó a escribir un diario a modo de terapia, y de aquellos escritos nace "Gracias al miedo", al que considera su segundo hijo.
"En ningún momento me imaginé publicándolo, pero cuando recibí la propuesta me animé a reescribir esos diarios para darles forma, aunque puse como condición que podía decidir en todo momento si finalmente lo publicaba o no. La cosa es que al terminar cada capítulo pensaba: '¿Cómo no voy a publicar esto?' Creo que puedo ayudar a mucha gente, aunque no es un libro de autoayuda, simplemente cuento las cosas que a mí me funcionan y me han ido bien y que pueden ayudar a otra gente", explica la vallecana más famosa.
Precisamente, ayudar a otras personas ha sido su principal motivación a la hora de publicar su relato más íntimo. Pedroche se abre en canal y comparte con el lector sus mayores inseguridades, una muestra de vulnerabilidad que sabe que sus detractores pueden usar en su contra.
"Sé que me van a hacer daño porque ahora mismo no tengo la capacidad ni las herramientas para que no me duelan las críticas o el odio, pero esto no va solo de mí. Si puedo ayudar, aunque sea a diez personas, mi bienestar lo dejo un poco de lado, porque sé que a largo plazo también me ayudará a mí. Si hay alguien que lo lee, le resuena algo y le funciona, para mí ya ha sido un éxito", recalca.
Odio desmedido
Lo cierto es que Pedroche es una de las personas que más odio ha recibido a través de las redes sociales. Críticas que se salen de lo constructivo y rozan lo vejatorio, que aunque otrora combatiera con sus propias herramientas, se hicieron demasiado dañinas tras el nacimiento de su hija. De hecho, la presentadora data el comienzo de su bache anímico incluso antes de dar a luz, cuando una revista se adelantó a ella al dar la noticia de su embarazo. "Ese fue un primer momento traumático. No había pasado el tiempo que dicen de seguridad, yo todavía estaba sangrando y había gente de mi entorno que todavía no lo sabía", lamenta ante este periódico.
La situación no mejoró tras el nacimiento y las críticas incluso sobrepasaron el mundo cibernético. "Recuerdo estar en la habitación del hospital y escuchar a los del al lado criticarme a mí, a Dabiz y a mi hija. En ese momento me vine abajo y no quería salir de la habitación, me fui directamente a casa y no quería salir", recuerda. Lo siguiente fueron días en los que la felicidad que sentía se entremezclaba con miedos, inseguridades y lágrimas que no paraban de brotar de sus ojos.
"Veo mujeres, madres, que no lloran y yo estoy todo el rato llorando. No entiendo por qué lloro sin motivo aparente, y no me gusta no entender las cosas", dice una mujer que reconoce que le cuesta no tenerlo todo controlado.
Dabiz, su compañero de vida
Fue en uno de esos momentos cuando Dabiz Muñoz, su marido, le recomendó que buscara "ayuda externa", un cajón que Pedroche nunca antes había considerado abrir. "Yo me cuidaba y meditaba mucho y podía ir saliendo yo sola de los problemas que pudiera tener, pero nunca me había enfrentado a algo tan grave, es que me sentí desbordada", cuenta la escritora novel, que se puso en manos de una profesional de confianza: "Le dije a Dabiz que quería hablar con su psicóloga porque ya me conoce, ya conoce nuestra vida. Normalmente los terapeutas no cogen a dos personas de la misma pareja, pero ella me atendió porque entendía que en ese momento tan vulnerable no quisiera tener que contar todo, de cero, a un desconocido".
El trabajo de la psicóloga ha sido clave para Pedroche, así como el apoyo de todos sus seres queridos, especialmente de su marido, a quien solo dedica buenas palabras: "Dabiz es un compañero increíble en todos los aspectos. Cuando le conocí sabía que era mi persona, mi compañero de viaje para siempre. La maternidad es el viaje más arrollador, menos mal que él me da la mano. Él no podía hacer mucho con mis miedos porque me ponía a llorar y me preguntaba: 'Cariño, ¿qué te pasa?', y yo le decía que no lo sabía. Bastante paciencia tiene. Estoy muy agradecida, y cada día más enamorada de Dabiz. Ahora estoy más convencida de que es la persona de mi vida".
Los miedos de Pedroche
Uno de los mayores miedos al que se ha enfrentado la presentadora llegó poco después de enterarse de que estaba embarazada: "Pensé que en algún momento iba a salir y me entró miedo al parto. Pensaba en cómo lo iba a hacer, si iba a ser capaz o cómo iba a saber que estaba de parto. Pero leí, me informé y me di cuenta de que las mujeres estamos diseñadas para parir, ¡claro que sé parir y claro que mi hija sabe nacer! Si de primeras tuvieramos más información, podríamos enfrentarnos mejor a esos miedos. Fíjate, ahora repetiría el parto una vez al mes porque fue como un baile entre mi hija y yo. Nunca antes me había sentido tan poderosa. Podría escribir una trilogía sobre mi parto".
Sobre el concepto de poder, Pedroche se ha propuesto eliminar de su vocabulario la expresión "empoderar a la mujer" porque considera que "las mujeres no tenemos que empoderarnos. Se empoderan los grupos que no tienen poder, y las mujeres ya lo tenemos, pero tenemos que situarlo. Si las mujeres nos uniéramos, se acabaría el mundo". Y es a su propio género a quien manda una sincera petición: "Solo pido que no nos juzguemos las unas a las otras, que nos apoyemos y nos sostengamos. Si una mujer o una madre está haciendo algo, por algo será. No la cuestionemos".
✕
Accede a tu cuenta para comentar